Pese a las últimas medidas para contener las cotizaciones de los dólares paralelos y el rechazo del Gobierno de una eventual devaluación, cada vez son más las señales de que la economía entró en una nueva fase de crecientes tensiones, que podrían impactar sobre el tipo de cambio después de las elecciones.
Uno de los indicadores que preocupa a las consultoras es la apreciación del dólar oficial. Equilibra pronosticó que “el dólar oficial se retrasará frente a la suba de precios en el segundo semestre, pero distintas medidas del tipo de cambio real dan cuenta de que estará en torno a su promedio histórico a fines de 2021″.
En ese marco, la consultora advirtió que “tras las elecciones debería haber un cambio en la tendencia del tipo de cambio real“. “Como mínimo el ritmo de depreciación del peso tendría que empardarle a la inflación o superarla para compensar parte de la apreciación real acumulada este año”, sostuvo.
El Gobierno recurrió este año al ancla cambiaria para contener la inflación, que en junio acumulará un 25%. A fines del mes pasado llevó el ritmo de devaluación al 1% mensual, por detrás del 3% en marzo y el 2% en abril. Pero la brecha con los dólares alternativos volvió a aumentar en las últimas semanas.
El dólar blue registró este lunes una suba de $ 4 y cerró en $ 177 para la venta, su valor más alto en lo que va del año. Con esta nueva variación, la brecha entre la cotización paralela y el tipo de cambio mayorista asciende a casi 85%. Los dólares financieros, en cambio, cerraron con leves bajas luego de las nuevas restricciones oficiales a la operatoria de contado con liquidación (CCL).
Las presiones ocurren en medio de un cambio de escenario. En el primer semestre, la brecha cambiaria estuvo relativamente contenida, con un promedio del 57 %, el superávit comercial alcanzó a US$ 6.500 millones y se redujo la emisión monetaria junto con el déficit fiscal. Ahora, los economistas observan el inicio de una nueva etapa.
“Se va a dar el síndrome de la frazada corta en distintos planos, incluido el cambiario. Con las medidas del fin de semana largo, el BCRA está tratando de priorizar el uso de reservas para liberar importaciones y menos para atender la flotación sucia de los dólares paralelos”, dijo Jorge Vasconcelos, economista jefe del IERAL.
En lo que va del año, el Banco Central atendió una demanda de dólares por importaciones. que se incrementó un 42,3 % interanual. y a la vez destinó US$ 900 millones de dólares contener el CCL mediante las operaciones de compra y venta de bonos (AL30).
Con un menor superávit fiscal, se espera que la recuperación de las reservas netas encuentre su techo entre julio y agosto. Ya en junio, la adquisición de divisas alcanzó los USD 597 millones, muy por debajo de los US$ 2089 millones de mayo o el promedio de marzo y abril, según un informe de IERAL.
Y si las reservas netas decaen, es posible que el Central tenga que dosificar el suministro de divisas para importaciones o contener la brecha. El Gobierno también deberá decidir qué hace frente a los vencimientos por más de US$ 19.000 millones con el FMI en 2022.
“Si no hay acuerdo con el Fondo, va a haber mucha presión en mercado cambiario y si se prevé un arreglo, también va a haber expectativa de devaluación porque presupone la reducción de la brecha mediante la suba del tipo de cambio oficial”, dijo Vasconcelos.
Por último, otro de los frentes es el retroceso de los depósitos. Para Fiel, esta montaña de pesos también presionará sobre el mercado de bienes y el dólar.
Fuente Clarin