Por Marco Aquino
LIMA, 19 jul (Reuters) – El socialista Pedro Castillo llamó
el lunes a la unidad de los peruanos tras ser proclamado
oficialmente como presidente luego de una ajustada elección en
junio, en la que según su rival Keiko Fujimori se impuso de
manera “ilegítima”.
Pese a admitir su derrota electoral, la derechista Fujimori
anunció protestas.
Castillo, un profesor rural de 51 años, reafirmó en un
discurso desde el balcón de su partido ante sus partidarios, que
respetará la estabilidad jurídica y económica del país minero
del que debe tomar las riendas el 28 de julio, cuando Perú
celebra el bicentenario de su independencia.
“Llamo a la unidad del pueblo peruano para forjar el
bicentenario”, dijo Castillo en medio de celebraciones de sus
simpatizantes. “Pido esfuerzo y sacrificio para compartir juntos
esta lucha para hacer un pueblo justo y soberano”, manifestó.
Antes, el presidente del Jurado Nacional Elecciones (JNE),
Jorge Salas, lo había proclamado en una ceremonia virtual como
ganador de las elecciones del 6 de junio, al imponerse con el
50,13% de los sufragios frente al 49,87% que obtuvo la hija del
encarcelado exmandatario Alberto Fujimori.
La diferencia fue de unos 44.000 sufragios, pero el partido
de Fujimori había alegado irregularidades en el proceso
electoral y denunciado fraude sin mayores pruebas. El jurado
electoral había rechazado más temprano sus últimas apelaciones.
“Invoco a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, que
no pongamos más barreras en esta travesía, y no pongamos más
obstáculos para sacar adelante este país. Bienvenida a este
espacio para hacer un gobierno de todos los peruanos”, dijo
Castillo, en un llamado a conciliar posiciones.
Poco antes, la política conservadora había admitido su
derrota electoral “como manda la ley”, pero convocó a una gran
movilización a sus seguidores frente a lo que calificó como la “inminente e ilegítima” proclamación del izquierdista Castillo.
“Perú Libre (el partido de Castillo) nos ha robado miles de
votos el día de la elección”, afirmó Fujimori en la conferencia.
La segunda ronda electoral había sido puesta en duda por
Fujimori y algunos partidos de derecha que la apoyaron, pese a
que organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA),
la Unión Europea, el Departamento de Estado de Estados Unidos,
Canadá y Reino Unido afirmaron, de forma separada, que los
comicios en Perú fueron transparentes.
Tras la proclamación de Castillo, la embajada de Estados
Unidos en Lima felicito al país por las elecciones y dijo que
espera fortalecer los lazos con el presidente electo.
Asimismo, el secretario general de la OEA, Luis Almagro,
saludó a Castillo en un mensaje por Twitter “por su victoria” en
las elecciones y aseguró su compromiso para fortalecer, desde el
organismo, “nuestro trabajo con el nuevo gobierno de Perú”.
Tercera derrota
La proclamación se produce cuando faltan pocos días para que
el presidente interino Francisco Sagasti entregue el poder a un
nuevo un gobierno de cinco años.
El proceso electoral y el ajustado resultado ha dividido
profundamente a Perú y casi todos los días se han registrado
marchas, algunas violentas, de apoyo a los candidatos.
Es la tercera derrota de Keiko Fujimori, tras perder los
comicios del 2011 y el 2016. La política enfrenta una acusación
fiscal por lavado de dinero tras recibir aportes de campaña
presuntamente ilegales de la constructora brasileña Odebrecht.
Por este caso, en la que la conservadora niega los cargos,
la fiscalía anticorrupción ha solicitado 30 años de prisión.
Castillo, un desconocido por la mayoría de la población
hasta poco antes de las elecciones, busca una nueva Constitución
que dé al Estado un mayor rol en la economía, un plan que ha
sacudido a la elite política y empresarial del país minero.
El líder izquierdista afirmó en su discurso del lunes que la
actual Constitución estará vigente “hasta que el pueblo lo
decida” y manifestó que rechaza que se pretenda importar modelos “de otro país”, en alusión a acusaciones de sus rivales de
copiar gobiernos de izquierda como el de Venezuela o Cuba.
El político socialista prepara desde hace días la formación
de su primer gabinete de ministros, clave para los mercados por
las reformas que planea, como elevar los impuestos a la minería
en el segundo mayor productor mundial de cobre.
(Reporte de Marco Aquino. Editado por Juana Casas, Marion
Giraldo y Rodrigo Charme)
Fuente La Nacion