El próximo presidente de Perú, Pedro Castillo, deberá lidiar no solo con la pandemia y la inestabilidad política, sino también con una severa crisis económica, por lo que será clave que gane la confianza de los mercados.
El 28 de julio, día del bicentenario de la independencia de Perú, este maestro de escuela rural de izquierdas tomará las riendas de un país cuya economía se hundió 11,12% en 2020 por la pandemia y perdió dos millones de empleos.
Apenas Castillo se perfiló como ganador, al día siguiente del balotaje del 6 de junio, los mercados se agitaron por temor a un brusco viraje tras tres décadas de políticas económicas liberales.
Así, su principal reto en el plano económico, a juicio de analistas y firmas consultoras de riesgo, es la credibilidad que consiga ante los inversionistas peruanos y extranjeros.
El presidente electo de Perú, el izquierdista Pedro Castillo. Foto EFE
“Hay que dar claras señales de que el manejo objetivo de la economía será profesional, que se convocará a técnicos sólidos”, afirma a la AFP el economista Hugo Ñopo, investigador del Grade (Grupo de Análisis para el Desarrollo).
La consultora de riesgo Eurasia, en un reciente informe para sus clientes, advirtió que “la administración de Castillo probablemente seguirá una trayectoria de izquierda incluso si se modera de alguna forma al principio. Sin embargo, es probable que la política económica sea errática y podría radicalizarse a medida que avance su periodo presidencial” que va de 2021 a 2026.
Ñopo apunta que hay expectativas negativas en el sector privado y debe observarse la capacidad de Castillo para imponer su programa ante un Congreso fragmentado, donde su partido Perú Libre tiene solo 37 de los 130 escaños.
“Una de las urgencias es prestar atención a las expectativas y calmarlas para que el dólar no siga subiendo, para que los precios no se muevan al alza y para que los capitales privados no salgan del país”, asevera el economista.
La celebración de Pedro Castillo. Foto Reuters
En dólar roza desde hace un mes y medio los cuatro soles, frente a 3,62 de diciembre pasado, mientras la Bolsa de Valores de Lima se hundió 7,7% al día siguiente del balotaje.
La incertidumbre
La incertidumbre persistió por la demora de seis semanas del jurado electoral en proclamar al presidente electo, lo que recién hizo el lunes.
Ñopo opina que el nuevo presidente debe “tender puentes hacia los mercados, que hoy están recelosos de lo que pudiera hacer”.
Buscando calmar temores, el 26 de junio Castillo anunció su intención de mantener como presidente del Banco Central a Julio Velarde, quien lleva 15 años en el puesto y es reconocido por su manejo prudente de la política monetaria.
“Es necesario dar tranquilidad no solo económica sino abrir las puertas para las grandes inversiones“, dijo entonces Castillo.
La gobernabilidad es otro reto, tras una polarizada campaña electoral y de un quinquenio marcado por convulsiones políticas, que condujeron al país andino a tener tres presidentes en noviembre de 2020.
Los mercados pensaban que la derechista Keiko Fujimori ganaría, por lo que las alarmas se encendieron tras la votación.
Gobernabilidad
“Las amenazas para la estabilidad política y social serán significativas, con los consecuentes riesgos de protestas y esfuerzos para destituir (desde el Congreso) a Castillo”, estima Eurasia.
Ñopo advierte que “hay que ver cuántas [promesas electorales] pueden cumplirse, porque con las expectativas de la población durante la campaña, puede haber un problema grande”.
Por otro lado, según la consultora, puede haber enfrentamientos de Castillo con “sectores clave de la población, políticos y líderes empresariales”, que temen un giro radical al socialismo semejante a Venezuela.
El equipo de Castillo ha buscado calmar estos temores y su principal asesor económico, Pedro Francke, destacó que el programa no tiene “nada que ver con la propuesta de Venezuela”.
“No haremos expropiaciones, no haremos estatizaciones, no haremos controles de precios generalizados, no haremos un control de cambios“, dijo Francke en una entrevista con la AFP el 11 de junio.
Para Eurasia es difícil que se materialice una agenda de reformas radicales, dadas las “restricciones institucionales” existentes, incluida la falta de mayoría legislativa.
No obstante, la firma cree que la política económica será muy diferente a la de las últimas décadas.
Ñopo resalta la importancia de las designaciones del nuevo jefe de Gabinete, ministros del área económica, así como jefes de agencias y empresas estatales.
“Son cientos de personas que deben designarse”, dice, lo que va a delinear hacia dónde va el gobierno que asume en siete días.
Agencia AFP
PB
Fuente Clarin