La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA filial Buenos Aires), que lidera el jefe de la CGT, Héctor Daer, y la Federación de Trabajadores de la Sanidad, realizan este viernes un paro de cuatro horas por turno en sanatorios y clínicas de todo el país. La medida de fuerza obliga a reprogramar los turnos no urgentes.
Esto se da a raíz del vencimiento, el jueves, del período de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y la paritaria del sector y el fracaso en las negociaciones.
La conciliación obligatoria había sido dictada por el Ministerio de Salud el 30 de junio pasado para que ambas partes pudieran arribar a un acuerdo. La organización sindical exige a las cámaras empresarias un inmediato aumento salarial del 45% sobre los básicos para los convenios colectivos asistenciales.
“No se alcanzó un acuerdo ante la falta de una propuesta económica acorde por parte de los financiadores -obras sociales, empresas de medicina prepaga y PAMI-, que permita hacer frente a la recomposición salarial pretendida por el sindicato de trabajadores de Sanidad”, indicaron desde la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS).
Comunicado FAPS
En la negociación de paritarias, los empresarios del sector argumentan que no están en condiciones de dar respuesta al aumento requerido hasta tanto el Gobierno actualice aranceles y cuotas de la medicina privada.
El miércoles, los trabajadores de Sanidad habían marchado frente al Sanatorio Güemes, donde un grupo de delegados sindicales y trabajadores de ese centro médico encabezaron las columnas sobre la avenida Córdoba.
Entre los manifestantes estuvo presente Daer, titular de ATSA y secretario general de la CGT, afín al presidente Alberto Fernández.
La Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina continúa con el paro en rechazo de “la continua negativa patronal a recomponer los salarios” del personal de la actividad.
“Reafirmamos que sin salario no habrá salud porque no resignaremos nuestro salario“, advierten desde el gremio. La medida de fuerza, que el jueves se suspendió por la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo, continúa este viernes en todo el país.
La medida de fuerza contempla un cece de 4 horas por turno en los centros de salud de todo el país. Reclaman un aumento salarial del 45% y denuncian “la continua negativa patronal a recomponer los salarios” de los trabajadores de sanidad.
“Hicimos marchas lunes, martes y miércoles. Pedimos por un salario digno y los empresarios aducen cuestiones de financiamiento. Lo fundamental es recomponer el salario de 270 mil trabajadores en todo el país”, remarcó el líder gremial.
Sanidad ya había concretado en marzo pasado un paro de actividades, de tres horas por turno. La medida fue la primera de ese tenor en años y ocurrió en pleno ascenso de casos de coronavirus.
“Los prestadores no somos formadores de precios y nuestros ingresos dependen estrictamente de los aranceles que nos trasladan los financiadores. Sin una actualización acorde de estos aranceles y con costos que suben y presionan a diario, resulta imposible afrontar el merecido e indiscutido aumento salarial de los trabajadores de salud”, explicaron desde la FAPS.
“Paramos y reafirmamos que sin salario no habrá salud porque no resignaremos nuestro salario”, indicó la filial de Buenos Aires del sindicato (ATSA) a través de sus redes sociales.
Gobierno vs. salud privada
La posición del Gobierno ante la medicina privada suma tensión al conflicto, ya que retrasa los aumentos a las clínicas de prepagas a punto tal que el último incremento lo tuvo que autorizar la Justicia.
Mientras, la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó su idea de “integrar” las prepagas, con los hospitales públicos y las obras sociales.
El dueño de Swiss Medical, Claudio Belocopitt, denunció que el Gobierno “desfinancia” a las clínicas privadas para tratar de hacerlas quebrar.
SN
Fuente Clarin