Si algo deja el paso del Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan por la Argentina, es que la administración de Joe Biden quiere mantener a este país en la fila de aliados con los que puede o no coincidir en asuntos regionales e internacionales, pero sabe que la inclinación a la izquierda del kirchnerismo duro no es la misma que aquella que denosta: Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Pero además, porque hoy Biden tiene una agenda algo diferente al menos en las formas a la de la era Donald Trump y en ella encuentra en la Argentina un aliado con matices: las preocupaciones sobre el avance chino y ruso, el deterioro del medio ambiente. La lucha contra el clima fue rechazada por el republicano. Y en ese tren la relación de Biden y Alberto Fernández encuentra en el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa es una de las grandes líneas de unión de la Argentina con Estados Unidos, también para Biden.
Massa mantuvo el viernes al caer la tarde una reunión de 40 minutos con Sullivan y su equipo. En ella estuvo precisamente quien tejió esta nuevo tramo de encuentros entre el gobierno de Alberto Fernández y Biden: Juan González, asesor para la región del Consejo de Seguridad, y quien vino a la Argentina en abril y después recibió al tigrense en Washington. Este colombiano estadounidense bajó del avión que trajo a los visitantes vestido con una camiseta de Tigre.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan
Un puñado de temas fueron abordados en ese encuentro, que tuvo lugar en uno de los salones de la residencia estadounidense de avenida del Libertador. Uno de ellos es de central importancia para los estadounidenses tiene que ver con la campaña de Washington para desmontar el avance de la tecnología china del 5G, que encarna el gigante Huawei, que para Estados Unidos es un consorcio privado estatal.
Ahora, tal como lo hicieron en Brasil -que está mucho más avanzado en el tema y por licitar a fines de año- los estadounidenses ofrecen ayudas para que Argentina se abastezca de su propio desarrollo y no dependa de China. La charla aquí recién comienza y dependería de créditos de las agencias y organismos estadounidenses. Por cierto, la relación de Alberto F. con China no es tan intensa como se cree. Beijing habría mostrado ya su disgusto por los acuerdos que esperaba firmar con el gobierno argentino y aún están “durmiendo”.
En lo que hace a la cuestión de la lucha contra el deterioro del medio ambiente hay un tema de la relación de Estados Unidos y Argentina sensible para Brasil. Massa acordó con Sullivan llevar al P20 que es el G20 de Presidentes de Camara en Roma, el tema del cuidado del clima como parte de la legislación ambiental que deben adoptar los paises del Grupo de los 20, que integran potencias y países en desarrollo.
Y además en la reunión del viernes, plantearon la posibilidad de hacer un trabajo conjunto con Argentina y Brasil sobre la base del estudio de impacto de desmontes, impacto en régimen de lluvias y cursos de agua, entendiendo al agua como recurso estratégico y al Paraná en su bajante histórica como un síntoma de eso.
Sullivan habló sobre la lógica de pulmón del planeta con los gobernadores de la Amazonia porque vieron interés más de los Estados que del gobierno federal de Jair Bolsonaro. Pero todo ello es un tema delicado porque un sector de la diplomacia brasileña ya estaría mostrando sus recelos al hecho de que la Argentina hable, opine y haga por ellos en asuntos que consideran internos.
De hecho, hay una versión no confirmada de que después de tantos choques entre Bolsonaro con Estados Unidos y Europa por la preservación de la Amazonia, el presidente vecino no estaría aún invitado -o al menos no tendría protagonismo alguno- en la cumbre del Clima que la Argentina está organizando con Washington para fines de septiembre en Buenos Aires. Será virtual y presencial pero a Buenos Aires está invitado al enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry.
En ese tren de sintonías mutuas, los americanos plantearon a la Argentina el futuro de la pesca ilegal en el Atlántico Sur, donde China también juega fuerte: la flota de barcos asiáticos es también privada-estatal.
La Guardia Costera de EE.UU. buscó hacer ejercicios conjuntos con Argentina y el Gobierno lo rechazó. Los estadounidenses los hicieron igual pero con brasileños y uruguayos. Y aunque no bajaron más allá del Rio de la Plata, un submarino estadounidense asistido por aviones británicos apareció en aguas internacionales frente a la Argentina en el verano de este año.
El líder del Frente Renovador no ha ocultado sus diferencias con un sector del kirchnerismo duro cuando sentencia que Venezuela es una dictadura. Pero como toda la plana mayor del Gobierno aseguró ayer a su equipo que Sullivan no vino a la Argentina a reclamar presión contra los cubanos, venezolanos o nicaragüenses. En ese plano el Gobierno se niega a acompañar a Estados Unidos. Aquí aseguran que Biden entiende y que el cambio en esos paises llevará tiempo.
Massa, el embajador Jorge Argüello, el canciller Felipe Solá y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, son quienes llevan verdaderamente el vínculo con los Estados Unidos. De ellos depende hoy la zigzagueante relación del Frente de Todos con los Estados Unidos. Pero de otros también depende que Alberto Fernández viaje a ver a Biden a Washington, y que el demócrata de una fuere señal de apoyo a la Argentina en las negociaciones por la deuda.
Fuente Clarin