
El proyecto de resolución pide al Consejo Permanente de la OEA que haga “una evaluación colectiva inmediata (…) a más tardar el 30 de noviembre y tome las acciones apropiadas”.
En cualquier caso, el texto no pide abiertamente la activación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, en virtud del cual se puede suspender a un Estado miembro si rompe el orden democrático y la diplomacia no da resultados. Pero podría desembocar en su activación en función de las conclusiones de “la evaluación colectiva”.
El jueves, Estados Unidos, Canadá y Costa Rica condenaron al gobierno de Ortega, reelegido el domingo tras haber detenido o forzado al exilio a los opositores con posibilidades de derrotarlo.
La Carta Democrática Interamericana describe las consecuencias para los gobiernos de la región que no respeten los derechos humanos y “tenemos que respetar esta carta”, insistió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. “No se vale desconocer la Carta Democrática”, sostuvo el ministro de Relaciones Exteriores costarricense, Rodolfo Solano.
Como un mantra, el representante de Managua solicitó el derecho de réplica para afirmar que las elecciones fueron “libres” y pedir “respeto”. Cuando le llegó el turno a su país, que se suceden por orden alfabético, su representante, Michael Campbell, recalcó: “Nicaragua, señor presidente, merece respeto, no sanciones ni amenazas, no bloqueos ni actitudes belicosas”.
Por su parte, el canciller argentino, Santiago Cafiero, condenó las violaciones a los derechos humanos y políticos pero defendió “el respeto a la no intervención”.
“El respeto a la no intervención acompañada por el diálogo entre nuestros gobiernos no puede ignorar la violación de los derechos humanos, en particular los derechos políticos en un contexto de elecciones, donde las proscripciones y los presos políticos no tienen lugar”, declaró el funcionario.
La OEA adoptó además, por aclamación, una Declaración sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, reafirmando una vez más la necesidad de que los gobiernos reanuden cuanto antes las negociaciones sobre la disputa de soberanía.
Durante la sesión, numerosos países intervinieron reafirmando su apoyo a la reanudación de las negociaciones entre la Argentina y el Reino Unido para encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia. Así, tomaron la palabra los representantes de Brasil, Ecuador, Paraguay, México, Bolivia, República Dominicana, Nicaragua, Perú, Guatemala, Chile, Panamá, El Salvador.
Uruguay, por su parte, propuso la adopción por aclamación de la declaración, que había sido presentada por el representante de Brasil, se informó en un comunicado de la Cancillería.
Cafiero agradeció a sus pares de todo el continente la aprobación de esta declaración y enfatizó: “Vengo apoyado por la voluntad y el sentimiento unánime del pueblo argentino a evocar la histórica solidaridad americana. La Cuestión Malvinas es un tema histórico y central para todos los argentinos”.
“Nuestra Constitución nacional así lo reconoce al establecer en su Cláusula Transitoria Primera que la recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”, agregó Cafiero.
Remarcó que se trata de un objetivo que “trasciende a los gobiernos y constituye una verdadera política de Estado, en la que coinciden todas las fuerzas políticas” del país.
Explicó asimismo que “la usurpación británica, llevada a cabo en tiempo de paz y contraria al derecho internacional vigente en la época, representó un quebrantamiento de la integridad territorial argentina, y ha sido protestada desde entonces y hasta el presente sin interrupción”.
Sobre el final, el titular del Palacio San Martín sostuvo que la Argentina “ha expresado reiteradamente su disposición a dialogar con el Reino Unido y mantiene su firme voluntad de negociar para encontrar una solución pacífica a la disputa”.
“Lamentablemente, persiste la negativa británica a restablecer el diálogo bilateral, contrariando no sólo las reiteradas resoluciones de la ONU y de la OEA sino también numerosos pronunciamientos de la comunidad internacional”, finalizó Cafiero.
Fuente Ambito