Por Constanza Bengochea
Ximena de Tezanos Pinto se define como “antipopulista”, está afiliada a Republicanos Unidos, fue fiscal por Juntos por el Cambio y votó a Javier Milei.
En el edificio de Juncal y Uruguay, en pleno barrio de la Recoleta, hay un silencio sepulcral. Es el día después de las elecciones legislativas, donde la oposición arrasó en casi todo el país. En el sexto piso nos recibe Ximena de Tezanos Pinto (54), ama de casa y madre de cuatro hijos. Desde su ventana cuelga una extensa bandera argentina con la leyenda “JUSTICIA INDEPENDIENTE PARA UNA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA”. No es el primer reclamo que dirige al gobierno nacional: antes había expuesto otra bandera, más breve pero igual de contundente, que decía “ARGENTINA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA”. Las banderas no llegan a invadir las ventanas del quinto piso pero, de alguna manera, incomodan a su vecina “de abajo”.
Cada una de las expresiones de Ximena cobra especial relevancia -y tiene eco en los medios- por una sencilla razón: es la vecina “de arriba” de Cristina Kirchner. A propósito, mientras sucede esta entrevista, un piso más abajo la vicepresidenta cumple con la recomendación de “estricto reposo” que le hizo su médico tras la histerectomía a la que se sometió el 5 de noviembre. “No me saluda, pero a mí no me molesta. Habla más de ella que de mí”, cuenta Ximena.
-¿Cómo surgió la idea de la bandera?
-Un día estábamos con Leandro (un joven al que le alquila una habitación) y le dije que tenía un pedazo de bandera larguísimo y que había pensado colgarlo para un día patrio, tipo moño. Una cachirulada mía, bah. Después le dije: “¿Y si le pintamos algo y la colgamos?”. Y él se entusiasmó con la idea. Así hicimos la primera, que fue la que decía “Argentina República Democrática”.
-¿Por qué esa frase?
-Porque estaban destrozando la República con todo lo de los DNU. No podíamos salir, no podíamos hacer nada y ¡encima te retaban! Ahora nos enteramos que mientras a vos te retaban ellos estaban de joda. Un día me indigné y dije: “Bueno basta. No aguanto más lo que está pasando”. Pero no la colgamos enseguida, fue el 16 de agosto, un día antes de la marcha, que juntamos coraje y lo hicimos. Ese día explotó porque además vino un montón de gente a protestar.
-¿Te sumaste a las marchas y protestas en contra del gobierno?
-Si. Fui a varias marchas en el Congreso y en el Obelisco. Tengo toda la baranda del balcón hecha mierda de tanto pegarle. También tengo un redoblante que no sabés cómo suena. Aprendí a tocarlo y soy buenísima.
Sin embargo, la primera bandera que Ximena colgó se rasgó. “Fue como alegórico: la república se rompió al medio. Entonces, armé un formulario invitando a que la gente me proponga qué poner en una nueva bandera, pero solo 20 personas lo llenaron. Yo quería que sintieran que la bandera es de todos. Entonces me decidí y un día compré la tela y los cables. Una noche, con mis amigas, la terminamos. La hicimos mientras tomábamos gin tonic, fue muy divertido”, recuerda.
-¿Y la nueva frase “Justicia independiente para una república democrática” cómo surgió?
-Íbamos a ir con unas amigas a apoyar a Mauricio Macri a Dolores y pensamos llevar un cartel. Escribí algunas alternativas y surgió “Justicia independiente para una república democrática”. Me pareció que quedaba bien y lo mandé a imprimir. Yo lo quería poner en el techo del auto, pero después todo quedó en la nada porque el auto en el que íbamos se rompió en la 9 de julio… ¡nos quedamos tomando café en el Obelisco! Ese mismo día, lo colgamos acá, en mi casa. Algunos lo asociaron con el asesinato del kiosquero en Ramos Mejía y es válido también. En el fondo, es como el arte: el artista pinta un cuadro con una intención, pero después es lo que siente el que lo aprecia. Yo siempre digo que la bandera es de todos. De hecho, tengo dos carteles más, uno dice “chorra” y otro que dice “les ganamos”. Pero la gente que me conoce sabe que yo no voy a dejar que se cuelgue eso en mi casa.
-¿Por qué no lo permitís? ¿Cuál es tu límite?
-Si yo cuelgo una bandera en mi casa, quiero que sea algo amable para todos, algo proactivo. No puede ser cualquier cosa. Lo de “Justicia independiente” es un reclamo válido, es lo que necesitamos. Además, después de esta votación creo que no hay escapatoria.
“A él (por Néstor Kirchner) le molestaban los ruidos que hacían los obreros”
Dueña de un singular estilo, Ximena cuenta que porta un apellido de familia tradicional argentina y que, desde su infancia, su vida transcurrió en el barrio. “Siempre viví por acá, en Recoleta, aburridísimo. Poco mundo, ¿no?”, dice entre risas. Se mudó al edificio de Uruguay 1306 en el año 2000, cuando todavía vivía con el padre de sus hijos. “Ella ya estaba. Éramos vecinos con la senadora, en esa época el doctor era gobernador. Cuando él estaba, volvía de trabajar a las tres de la tarde. Me acuerdo perfectamente porque yo estaba haciendo unos arreglos en mi casa y los obreros no podían hacer ruido a esa hora porque él se quejaba. Mi marido me decía que no los molestemos y la obra me duró el doble. Cuando a él lo nombran Presidente, se fueron”, recuerda.
Años más tarde, Ximena también se fue del edificio de estilo francés. “Me divorcié en el 2007 del papá de mis hijos y en el 2015 me volví a casar. Primero vivimos acá y después nos fuimos a la casa de él, también por la zona. El departamento lo puse en alquiler temporal”, cuenta. Por ese motivo no estuvo el día que el juez Bonadio ordenó el allanamiento de la vivienda de la exmandataria.
Su segundo matrimonio tampoco funcionó como esperaba y la pandemia, con cuarentena eterna, lo terminó de dinamitar. Fue entonces cuando Ximena regresó a su antiguo hogar en Uruguay y Juncal con su hijo menor. En ese tiempo conoció a Leandro, un joven estudiante de Ciencias Políticas a quien le alquiló un dormitorio, fue quien luego la ayudaría a armar la bandera.
“El departamento es enorme, son 280 metros. Tiene cuatro dormitorios, todos en suite. Yo también tengo una terraza con quincho y parrilla. Es complicado de bancar. Pago mucho de expensas”, dice. Aunque no quiere entrar en detalles, deja en claro que la suma que abona mensualmente es muy superior al salario mínimo vital y móvil.
El edificio de Uruguay 1306 tiene solo seis pisos, de casi 300 metros cuadrados cada uno. En el quinto vive Cristina Kirchner. Sin embargo, la titularidad del primero y cuarto piso a favor de Osvaldo de Sousa, socio del empresario kirchnerista Cristóbal López, fue cuestionada judicialmente. En los restantes pisos, además de Ximena, vive un prestigioso abogado, y el otro está a nombre de una sociedad anónima.
“Ella se percibe a sí misma como un ser superior”
Desde que Cristina Kirchner es vicepresidenta, Ximena solo la cruzó dos veces. En ninguno de los dos cruces la mandataria le devolvió el saludo. Aunque paga religiosamente las expensas, la vecina del quinto piso tampoco asiste a las reuniones de consorcio, sino que lo hace a través de un apoderado. “A mí me parece que se percibe a sí misma como un ser superior o por ahí yo la veo así. Yo le digo: “Hola, buenas tardes” y ella pasa de largo. Pero no me molesta. Habla de ella, no habla de mí”.
-¿Alguna vez se te ocurrió tocar el timbre a tu vecina para contarle tus inquietudes?
-No, eso no se me ocurrió nunca.
-¿Y no tenés reparo que un día ella te diga algo?
-No. ¿Qué me va a decir? No puede darme entidad. Cualquier cosa que ella me diga me da entidad y si me da entidad me reconoce y ella baja y no puede mirar al pueblo.
-Hace un tiempo, antes de declarar ante la justicia, Cristina Kirchner se asomó desde la ventana de su departamento a saludar, entre pasos de baile, a algunos seguidores que la apoyaban desde la calle.
– Si. ¡Que salga ahora! Yo hasta en un momento pensé en poner sobre su balcón una mano colgando, como haciendo sucutrule (risas).
-Los que vivimos en departamentos muchas veces escuchamos a nuestros vecinos, ¿eso te sucede?
-Si, la escucho, grita mucho esa mujer. Llama a un tal Mariano, debe ser el secretario. Con el hijo no se está gritando tanto porque él ahora debe estar poniéndole los límites. La escucho por el aire luz, cuando está tomando el desayuno. Pero ahora está todo muy tranquilo. Pienso que debe estar un poco triste. Pero no tengo ganas de hablar de la vecina.
“Estoy en contra del populismo y de la política partidaria”
Ximena piensa que los argentinos “necesitamos reconciliarnos y darnos cuenta de que el poder es nuestro. Que nosotros tenemos la pala, el pico y la arena. Que no hay que hay que hacer el foco en Cristina, sino que tenemos que mirar lo que podemos construir nosotros”.
En la Comuna 2, Juntos por el Cambio y Libertad Avanza obtuvieron casi el 80 por ciento de los votos. En sintonía con la mayoría del barrio, Ximena confió su voto al libertario Javier Milei, aunque reconoce estar afiliada a Republicanos Unidos y haber fiscalizado, en las PASO y en las legislativas, para Juntos por el Cambio en San Martín e Isidro Casanova.
“Estoy en contra del populismo y de la política partidaria. Pienso que Milei y Victoria Villarruel como diputados van a hacer un montón. Lo que me convenció de votarlo fue lo que hizo Villarruel con el relato de los terroristas, eso de que eran todos buenísimos y vinieron los militares malos a pegarles. Es un poco lo mismo que quieren hacer con los mapuches ahora. Y la gente está cansada, pero hoy en día tenemos herramientas”, dice.
Hola a todos.. Gracias gracias Gracias pic.twitter.com/HlgNsAyn1a— Ximena de Tezanos Pinto (@XTezanosP) November 10, 2021
Ximena, que aún conserva su grupo de amigas del colegio, con quienes comparte un grupo de WhatsApp que se llama “beautiful ladies”, y también a sus amigas de bridge, a través de la política conoció a Lujan y Mónica, que integran el “equipo republicano” con el que realiza varias acciones. Durante meses, todos los miércoles iban a Comodoro Py para reclamar justicia por el policía Luis Chocobar. “Yo iba con el redoblante a hacer ruido”, define. Y cuenta que ahora también está comprometida con el pueblo cubano porque “la están pasando muy mal”. Desde hace poco, se volvió una participante activa en Twitter. “Lo empecé a usar de una manera tímida, pero ahora me siento más canchera. Es increíble la devolución de la gente. Es reconfortante. Me dicen que ver la bandera ahí le das coraje. Y creo que funcionó como eso. Porque como uno no es un patotero sentís que de esa manera das un mensaje”.
-¿Alguien de tu familia, tal vez tus hijos o amigos, te dijeron que te cuides o que no hagas lo que hiciste?
-(Piensa) Si, me dijeron que no le tire los bigotes al león, pero yo les dije “es un gatito”. Todo depende desde la perspectiva que lo mires.
-¿Tampoco sentiste miedo cuando colgaste la primera bandera?
-Sentí mucha adrenalina, pero no miedo. Eso que sentís cuando venís aguantando algo… Mirá, de lo que no tengo dudas, es que la bandera es de todos.
Fuente La Nacion