Promediando el segundo tiempo, un jugador del conjunto visitante despejó para arriba, sin destino, y la pelota cayó donde se encontraba el entrenador más ganador de la historia de River. El “Muñeco”, exhibiendo que toda su calidad sigue vigente, controló la pelota con tranquilidad, en zapatos y con las manos en los bolsillos. El Monumental explotó en una ovación para el DT.
Fuente Ambito