Por Joao Lemos Esteves para Total News Agency Global
Continúan las declaraciones de Alex Saab y Hugo Carvajal “El Pollo” sobre la red de narcotráfico y lavado de dinero que el régimen venezolano ha montado, enlazando Sudamérica con Europa a través de la Península Ibérica. Un nombre es fundamental en esta red: el ex presidente de Brasil, Lula da Silva. Todos los hechos relatados por los dos operativos a sueldo del narcorégimen en Venezuela están relacionados con Lula da Silva y su grupo del PT; esto ya no es ni siquiera un hecho controvertido para las autoridades estadounidenses, sino que se está convirtiendo cada vez más en un hecho público y notorio. De España a Colombia, de Chile a Estados Unidos, en toda América y en zonas crecientes de Europa (incluida la burocracia de la Unión Europea), el conocimiento de las conexiones entre Lula da Silva y los regímenes cubano y venezolano se está convirtiendo en un hecho establecido y ampliamente conocido.
Con un hecho histórico: basta pensar que, en 1969, la extrema izquierda brasileña tomó como rehén al -muy competente y valiente- diplomático estadounidense Charles Burke Elbrick, en un acto de puro terrorismo. El objetivo era conseguir la liberación de un agente de la extrema izquierda brasileña con amplias responsabilidades en el movimiento, un hombre que siempre estuvo a la sombra de Lula da Silva, Dilma Rouseff y el grupo político que nació en los movimientos terroristas vinculados a las FARC y Cuba. Este agente sigue siendo muy activo en la política brasileña – sigue siendo realmente el hombre que maniobra a Lula da Silva, que dicta lo que Lula debe decir, que define lo que Lula puede hacer. Este agente -que ha sido mencionado por Alex Saab y “El Pollo” como pieza clave en las operaciones de lavado de dinero y narcotráfico internacional concebidas (y ejecutadas) por el narcorégimen de Hugo Chávez y Nicolás Maduro- sigue viajando con frecuencia a La Habana, sirviendo de puente entre los políticos brasileños y la élite gobernante cubana.
No por casualidad Lula da Silva ha ajustado su estrategia preelectoral (a nadie se le escapa que el petista-chavista-castrista ya está en plena campaña contra el presidente Jair Bolsonaro, apuntando al acto electoral del año que viene): en lugar de centrarse sólo en hablar al pueblo brasileño, ensayando un discurso “nacional-socialista-revolucionario”, Lula da Silva decidió embarcarse en una fuerte campaña internacional. Esta semana hemos sabido que el ex presidente brasileño considera que su mayor aliado está en Europa, más concretamente en el grupo socialista del Parlamento Europeo.
De hecho, Lula da Silva ha sido invitado a hablar ante el órgano representativo de los ciudadanos europeos, y ha sido recibido como una auténtica estrella del pop… En un momento en el que el cerco se estrecha para todos los partidarios del narcorégimen venezolano, en el que destacados agentes de este régimen criminal son detenidos y sometidos a minuciosos interrogatorios, en el que el mundo espera justicia, el Parlamento Europeo ha considerado oportuno ovacionar a quien, tarde o temprano, tendrá que dar, como mínimo, muchas explicaciones sobre sus peligrosas conexiones políticas? Después de una operación muy exitosa y altamente profesional de la DEA y la inteligencia israelí, la respuesta de la Unión Europea es invitar como una estrella internacional y aplaudir a quien, según Alex Saab y el “Pollo”, es el mayor aliado del régimen de narcotráfico venezolano. Hay que recordar que la Unión Europea fue la primera en retirar el reconocimiento a Juan Guaidó y reconocer a Nicolás Maduro como presidente legítimo de Venezuela para entrampar al presidente Biden en los primeros días de su mandato (bajo la presidencia portuguesa, de António Costa/Augusto Santos Silva -el que se escandalizó por las bromas del presidente Bolsonaro en la comida…)…
Uno de estos portugueses cercanos a Lula da Silva y que colaboró con Alex Saab y “El Pollo” es Paulo Murta, detenido en una megaoperación de la DEA (Drug Enforcement Administration) y extraditado a EEUU (está en un CDF en el estado de Texas). Paulo Murta fue referenciado como uno de los activos más destacados del régimen venezolano (y no olvidar que son los servicios cubanos los que están detrás de las operaciones del régimen criminal de Maduro) , esencial para casi todas las transacciones financieras del régimen venezolano, por Alex Saab a la DEA, todavía en Cabo Verde. Una nota para aclarar que, en contra de las noticias falsas que han circulado, Alex Saab no se ha quedado callado: al contrario, ha hablado y mucho.
¿Quién es Paulo Murta? Paulo Murta es un empleado de élite del BES (aún se debate la calificación jurídica exacta de su vinculación con el Banco) – Banco Espirito Santo, el banco que fue considerado el “Dono Disto Tudo” en Portugal. El Banco Espirito Santo se ha convertido en uno de los bancos favoritos del régimen venezolano para las operaciones de blanqueo de dinero – de ahí que Lucas Rincón Romero (una figura destacada del régimen chavista/madurista) se haya convertido en el embajador de Venezuela en Lisboa, donde ha permanecido durante más de diez años.
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Paulo Murta era el responsable de facto del BES-Miami, la sucursal del banco portugués en el estado de Florida, que servía de enlace con la élite política de Nicolás Maduro. El BES de Miami era uno de los centros preferidos por el régimen venezolano para blanquear dinero procedente del narcotráfico y la corrupción, incluso para el pago de sobornos a políticos en América Latina y Europa, según una investigación de la DEA y la inteligencia israelí (y ya confirmado por el propio Paulo Murta, que sigue, sin embargo, negando su implicación, lo que es comprensible desde el punto de vista procesal).
El portugués Paulo Murta se encuentra en el estado de Texas, ya que las tramas de blanqueo de dinero y la violación de las normas anticorrupción estadounidenses estaban encabezadas por Roberto Rincón-Fernández, que residía en el estado de Texas (Murta había sido detenido por la DEA en Madrid, en una operación discreta y eficaz, dirigida por el agente de la DEA destinado en la capital española, uno de los más experimentados y premiados de esta agencia del Departamento de Justicia).
Paulo Murta, Lula da Silva y el encuentro con Emmanuel Macron
De hecho, Paulo Murta fue gestor de cuentas para varias empresas y personalidades de Río de Janeiro y São Paulo, en contacto con Ricardo Salgado. La mayoría de estas empresas y personas estarían vinculadas al PT y al grupo Lula da Silva/José Dirceu.
Mediante la ejecución de estas operaciones, Paulo Murta se convirtió en la persona más fuerte del BES-Madeira; Madeira es un punto crucial para las operaciones financieras de varios regímenes parias de todo el mundo. Paulo Murta gestionaba muchos millones (estaba a cargo de algunos de los mayores clientes del BES), desde donde sólo podía tener contacto directo con el presidente del banco, Ricardo Salgado. Además, según G.S, oficial de inteligencia de los servicios israelíes, Paulo Murta manejaba las cuentas de Lula da Silva, incluyendo la financiación de un instituto de estudios políticos relacionado con Lula da Silva (que siempre fue muy simpatizante de los regímenes cubano y venezolano).
Por último, Paulo Murta era el representante para Guinea-Bissau de una empresa de Madeira vinculada al transporte marítimo y a la energía que está en el punto de mira de la DEA por sus vínculos con el narcotráfico internacional y el blanqueo de dinero por cuenta de Venezuela y Hezbolá (Irán ha mostrado mucho interés en esta empresa recientemente…).
En una de sus últimas declaraciones, Hugo Carvajal “Lo Pollo” en Madrid se refirió expresamente a Lula da Silva y a “su amigo”, Paulo Murta. Alex Saab se refirió a Paulo Murta como “el suizo de Rincón”, en alusión a que Paulo Murta también tenía un pasaporte expedido por Suiza. Según “Lo Pollo”, fue precisamente desde este país donde Murta habría realizado varias operaciones a petición de Ricardo Salgado, en beneficio de políticos de distintas nacionalidades…
Lula da Silva sabe todo lo que se escribe en esta prosa -y no olvidemos que Lula da Silva está sometido a una intensa presión periodística en España, iniciada por la periodista Cristina Seguí y luego replicada por varios otros periodistas y medios. Y por eso, Lula da Silva se apresuró a ir a Europa: después del Parlamento Europeo, Lula fue a reunirse con líderes de la extrema izquierda española y portuguesa. Allí abogó por una acción conjunta para frenar a Bolsonaro: fue recibido por Macron y Sánchez, presidente de Francia y presidente del Gobierno de España, respectivamente. No es de extrañar que Macron esté tan interesado en la victoria de Lula da Silva: la política exterior de Macron (aunque muy errática) se ha basado en tratar de debilitar a EEUU e Israel, en favor de China e Irán (que es estratégico para Francia, entre otras cosas por los intereses comerciales ligados a la industria del automóvil y la energía).
El presidente francés está muy molesto por el fortalecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Brasil llevado a cabo por el presidente Bolsonaro y por el apoyo incondicional de su administración a Israel -el objetivo es crear de nuevo fricciones en la relación entre la potencia norteamericana y la sudamericana, permitiendo a Irán y a las empresas francesas ampliar su presencia en Brasil. Más concretamente, Lula da Silva y Emmanuel Macron habrían discutido la celebración de un contrato, con importantes sumas de dinero, que permitirá a una empresa vinculada al sector de la seguridad garantizar la vigilancia de la Amazonia, en detrimento de empresas con amplia experiencia en Estados Unidos y Brasil.
Emmanuel Macron y Lula da Silva también hablaron del reconocimiento por parte de Brasil y Francia del Estado de Palestina y de China como primera potencia en América Central y del Sur. Se dice que Macron le dijo a Lula da Silva que China es un país ejemplar, con una hermosa historia y una relación más fácil que la de Estados Unidos (no es casualidad que Dilma Rousseff afirmara ayer públicamente que China es un país ejemplar… citó textualmente las palabras del líder francés, en una operación claramente articulada con Lula).
P.D. – En el testimonio de Paulo Murta, una revelación destacó por su extrañeza: Murta dijo que Ricardo Salgado (ex presidente del banco BES) y otros le habían confiado que el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, podría concederles un indulto presidencial (amnistía), que los protegería de cualquier condena judicial. Ayer, el banquero prófugo João Rendeiro -que se encuentra en Dubai, como informamos aquí en el Jornal da Cidade ONLINE- concedió una entrevista en la que afirmó que irá a Portugal si hay un indulto presidencial.
Así las cosas, la hipótesis de un indulto presidencial a los banqueros y directores de banco portugueses por (supuestos) motivos humanitarios -invocando el precedente del presidente socialista Mario Soares, que indultó a terroristas que mataron a inocentes por motivos ideológicos (FP-25)- con motivo de la visita del Papa Francisco a Portugal en 2023, pasa de ser extraña a, si no probable, al menos concebible… De este modo, se legitima la negativa de Portugal a extraditar a Ricardo Salgado a los Estados Unidos (si la DEA entiende que es la mejor forma de hacer Justicia, que es, por cierto, el mayor temor de Ricardo Salgado); por otro lado, se blindará la decisión política de Marcelo Rebelo de Sousa de indultar a Ricardo Salgado por sus actos de gestión bancaria, es decir, por el (supuesto) blanqueo de dinero a favor de Venezuela… Y Lula hará lo mismo en Brasil, si llega a ser presidente, lo que explica la intensa e intensa campaña diaria de los periódicos portugueses a favor de Lula da Silva…
Joao Lemos Esteves