El comandante de policía de la región de Negev ordenó que este año la Hilula para el Baba Sali no se lleve a cabo.
El público en general no podrá ingresar a la tumba y el compuesto.
El evento se lleva a cabo todos los años en el aniversario de la muerte de Baba Sali.
Se trata de una celebración en la que participan cada año más de 150.000 personas, pero hasta el momento ningún funcionario se ha responsabilizado del hecho.
Al parecer por temor a que se repita el desastre de Meron en el que murieron aplastadas 45 personas.
El fiscal general adjunto exigió al gobierno que designe a un responsable de la celebración, similar al ministro de Asuntos Religiosos.
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La persona apuntada fue Matan Kahana.
El alcalde de Netivot anunció la ausencia de la financiación adecuada por parte del gobierno y que el municipio no podría gestionar el evento.
La policía ya ha amenazado en las últimas semanas con emitir una orden contra la celebración y hoy se cumplió la amenaza.
A la luz de las indagaciones, la policía aclaró que ‘la emisión de la orden tiene como objetivo proteger la seguridad del público’.
Al mismo tiempo, si los organizadores se comunican hoy con la policía y presentan una solicitud para realizar la celebración en el gran complejo.
Vía Arutz Sheva
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