La decisión de cerrar las secciones femeninas de los hammams públicos del norte, normalmente divididas en un sector para hombres y otro para mujeres, ha provocado una nueva ola de indignación y enfado, y temores de que la decisión se extienda a todo el país.
Las mujeres, que utilizan habitualmente los baños para la limpieza y purificación ritual exigidas por la ley islámica, protestaron porque el cierre de los baños públicos a las mujeres representa otra violación de sus derechos fundamentales por parte de los talibanes.
La decisión fue anunciada por Sardar Mohammad Heydari, un funcionario de la rama provincial del ministerio talibán para la propagación de la virtud y la prevención del vicio, aunque otro líder talibán, que habló bajo condición de anonimato, confirmó a The Guardian la decisión, y agregó que los nuevos líderes afganos deberían centrarse en “batallas más importantes”.
En tanto, el viceprimer ministro de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, en un mensaje de video difundido por los medios estatales en Kabul, enfatizó que la comunidad internacional debe “apoyar al pueblo afgano sin prejuicios políticos y cumplir con sus obligaciones humanitarias”.
“En varias áreas” de Afganistán “en este momento, la gente no tiene comida, casa, ropa de abrigo o dinero. El mundo debe apoyar al pueblo afgano”, agregó Baradar.
Fuente Ambito