Baldwin asegura que está cooperando “al mil por ciento con la investigación” tras la solicitud de incautación de su celular.
El actor explicó que las autoridades de Nuevo México, donde ocurrió el fatal disparo en plena filmación, de un arma que estaba en manos de él, están coordinando con las autoridades del estado de Nueva York, donde vive Baldwin, para obtener el teléfono, y agregó que fue un proceso largo.
Obviamente, cumpliremos con todas las solicitudes. Estamos absolutamente de acuerdo”, dijo el actor.
Los policías estadounidenses a cargo de la investigación fueron autorizados el 16 de diciembre a apoderarse del celular de Baldwin, que sostenía el revólver del que salió la bala real que mató accidentalmente al director de fotografía.
El actor siempre ha afirmado que nunca apretó el gatillo y en una entrevista aseguró que “no tiene ni idea” de cómo pudo haber acabado una bala real en el plató de rodaje.
La prensa estadounidense publicó este sábado que Baldwin estaba negando la entrega de su teléfono celular.
“Podría haber evidencia incriminatoria en el teléfono, o podría ser por razones de privacidad”, dijo este sábado Kevin Kearon, exfiscal de distrito de Nassau y actual defensor penal en una entrevista con The New York Post.
“Si borró mensajes de texto o registros de llamadas, entonces enfrentaría la posibilidad de un desacato criminal. O si hay mensajes personales, por ejemplo, entre él y su esposa, no sorprende que no los quiera en el dominio público”, deslizó.
El teléfono de Baldwin fue solicitado en un primero momento por los investigadores, quienes sospechan que contiene conversaciones clave relacionadas con el fatal incidente. Sin embargo, el actor se negó a darles el dispositivo y les exigió una orden judicial, algo que “no es consistente con su promesa inicial de cooperar con las fuerzas del orden”, según Kearon.
“Ciertamente parece sospechoso”, reconoció abogado, que no descarta que los mensajes de texto en el teléfono contradigan declaraciones anteriores de Baldwin.
Por otro lado, los investigadores también podrían buscar evidencias que demuestren que otras personas tuvieron la culpa, como mensajes de texto que digan “‘Oh, Dios mío, no revisé el arma’ o ‘Contraté a alguien que no es competente’, cualquier cosa que sea incriminatoria o que pueda arrojar más luz y dar más contexto”, opina otro abogado defensor penal Louis Shapiro, reproducido por la prensa estadounidense.
No obstante, Shapiro concluye que no es probable que haya información “perjudicial” para Baldwin en el móvil, pues ha dado entrevistas a la Policía, por lo que “hay que asumir que él y sus abogados sabían lo que había en ese teléfono para que no se contradijera”.