Asimismo, afirmó que a los tres muertos registrados hasta el momento, “también se reportaron heridos” aunque no se dieron precisiones al respecto.
“Entre las necesidades humanitarias más urgentes se encuentran agua potable y alimentos, además del restablecimiento de las conexiones telefónicas e internet”, especificó Dujarric.
“Se han intensificado los esfuerzos de socorro, pero es difícil llegar a áreas remotas para evaluar las necesidades de las personas y brindar asistencia”, indicó.
En los últimos días, UNICEF lanzó una advertencia sobre la posible contaminación del aire y el agua y denunció la dificultad en el envío de ayuda humanitaria.
En un comunicado oficial, la organización refirió que hay una “notable difusión de cenizas” alrededor de Nukualofa, capital de Tonga, además de la inundación de áreas costeras y daños en infraestructura.
“Mientras los daños a la agricultura son inferiores en relación con lo que se temía, lleva inquietud el aprovisionamiento hídrico, la calidad del aire y la disponibilidad de combustible”, detalló el comunicado.
También “se teme el surgimiento de enfermedades ligadas al agua, dado que las olas de la marea causaron inundaciones de dos a tres manzanas tierra adentro”, agregaron.
Ante esa situación, Unicef “puso en marcha una respuesta basada en informaciones disponibles y una coordinación con los socios del gobierno”.
Y puntualizó: “44 plataformas de suministro de emergencia de Unicef depositados en el almacén humanitario del gobierno australiano, en Brisbane, fueron embalados y cargados para ser enviados a bordo del HMAS Adelaida de la Marina Real Australiana”
Fuente Ambito