El ex ministro de Defensa, enemistado con La Cámpora y cercano al presidente Alberto Fernández, se ocupó de ubicar a sus familiares cercanos en puestos claves de la estructura estatal mientras se prepara para volver al ruedo.
El ex ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, quien dejó su cargo en agosto de 2021, poco tiempo antes de la dura derrota del gobierno nacional en las PASO,mantiene intacta su influencia política. Tanto que, como suele ocurrir con los dirigentes políticos argentinos, se tomó unos minutos para ubicar a una parte importante de su familia bajo el paraguas de la estructura del Estado, y beneficiarlos con casi un millón de pesos mensuales en salarios.
Su cónyuge, María Raquel Pezzelato, se presenta a sí misma en las redes sociales como una madre rosarina y abogada, que lucha por sus ideales y defiende la democracia a ultranza. Su denodada lucha se libra desde un curioso pedestal: el Banco Municipal de Rosario, donde Pezzelato cobra un jugoso salario de 230 mil pesos mensuales.
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Por su parte, la hija del ex ministro, María Delfina Rossi, fue nombrada directora del Banco Ciudad, donde cobra un salario de 374.560 pesos.
Fiel a la filosofía de vida de su padre, Delfina y su familia utilizaron sus influencias para nombrar a su pareja, Sergio Woyecheszen, como vicepresidente del Banco Central de la República Argentina. Por ese cargo cobra casi un millón de pesos por mes.
Del mismo modo, su primo Sergio Aníbal Rossi no tuvo problemas en sacar partido del apellido familiar para ingresar como secretario de Estrategia y Asuntos Militares dentro de la órbita del ministerio de Defensa. Lo hizo en diciembre de 2019, apenas horas después de que Agustín asuma como ministro. Allí cobra un salario de 342.700 pesos para asistir a la cartera en materia de “políticas particulares de defensa”, a pesar de tratarse de un ingeniero agrónomo con nula preparación en la materia.
La estrategia del “Chivo” Rossi, como lo conocen sus amigos, es la de volver a la arena política tras su desvinculación oficial tan sólo unos meses atrás. Para ello, ubica con cuidado de ajedrecista a cada uno de los integrantes de su círculo familiar. El último golpe de suerte lo tuvo hace apenas dos semanas cuando, tras la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de diputados del oficialismo, se deslizó en su lugar el diputado Germán Martínez, quien fuera jefe de campaña del propio Rossi e incluso lo acompañó en el ministerio de Defensa.
Agustín Rossi se encuentra a pasos de volver al ruedo. Incluso se señala a marzo como el mes de los anuncios y los cambios en el gabinete presidencial, que incluirían el retorno del ex diputado a un ministerio nacional o, incluso, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Cercano al presidente Alberto Fernández y enfrentado con La Cámpora, el regreso del “Chivo” sería sólo cuestión de semanas.
Fuente Realpolitik