Por Pepe Santiago –Especial Total News Agency –TNA-
Lo ocurrido viene de lejos. Ayer ya advertí aquí que tras la inquina de Pablo Casado contra Santiago Abascal está el mismo motivo de las zancadillas del presidente del PP contra Isabel Díaz Ayuso. Tanto el presidente de Vox como la presidenta de la Comunidad de Madrid demuestran tener un carisma (es decir, una capacidad de movilizar gente) de la que Casado carece. Si a este señor le importase realmente su partido, se haría a un lado y cedería el puesto a alguien más capaz, pero en vez de eso ha decidido quitarse de en medio a los que son más capaces que él, empezando por la presidenta madrileña.
El papel de Teodoro García Egea en este asunto no puede ser más bochornoso. El número dos de Casado lleva meses filtrando basura contra Ayuso a través de medios afines, especialmente al diario La Razón -muy próximo a Génova 13- pero también a El País, el diario más afín al PSOE y al gobierno de Sánchez. Hoy, en una rueda de prensa, Egea ha dicho: “Quiero desmentir tajantemente que este partido contactara con detectives y elaborara dosieres”. Poco después, la agencia de dectectives Mira confirmaba que el PP estaba tras la investigación de Ayuso y el principal implicado en ese asunto, Ángel Carromero, presentaba su dimisión. Así mismo, la periodista Isabel San Sebastián desmentía a Egea señalando que el número dos del PP “hace dos días convocó una comida con más de 20 periodistas que dedicó a hablar de ese dossier y calumniar” a Ayuso.
Todo este vergonzoso circo que se ha montado en el PP puede parecer, sin duda, una gran oportunidad para el partido de Abascal. A fin de cuentas, Casado y Egea están entre los dirigentes del PP que han tratado a Vox con más hostilidad y desprecio. Sin embargo, Vox ha decidido no hacer sangre con el penoso espectáculo que está dando el PP. A algunos les extrañará esta decisión, pero es una actitud coherente con una formación que viene poniendo el interés de España por encima de sus intereses de partido.
Por mucho que la voladura del PP pueda beneficiar electoralmente a Vox, hay un efecto muy triste en la pelea interna que están protagonizando Génova 13 y Ayuso. Esto va a provocar una lógica desilusión entre muchos votantes del PP, que ven como su partido se desangra entre navajazos traicioneros para mayor satisfacción de Sánchez y de sus aliados. Si el PP desaparece, es posible que Vox recoja muchos de sus votos, pero no todos. Igual que hay votantes de Vox que no están dispuestos a votar al PP bajo ningún concepto, también hay votantes del PP que no votarán a Vox, tal vez porque se cuentan entre los muchos españoles que sólo siguen medios que se dedican a echar basura contra el partido de Abascal y no han tenido acceso a otra información sobre Vox. Además, es posible que no pocos votantes del PP, asqueados por este espectáculo, pasen a la abstención.
En la situación actual, con unas encuestas que ya alejaban a la suma de PP y Vox de la mayoría absoluta debido a la pérdida de apoyos del partido de Casado, la autodestrucción de éste acabaría facilitando una nueva victoria electoral de la izquierda, aunque sea por la mínima. Por mucho que Casado, Egea, Feijóo y otros se negasen a aceptarlo -y al negarse diesen alas al PSOE-, al PP y a Vox no les quedaba más remedio que entenderse para echar a Sánchez del poder. La voladura del PP aleja esta posibilidad. Ahora mismo, con el triste espectáculo que está dando el PP, Sánchez tiene una oportunidad de oro para convocar elecciones anticipadas, porque sabe que el PP está muy tocado y sería incapaz de ganarlas con el apoyo de Vox.
Así pues, aunque políticamente la voladura del PP pueda beneficiar a Vox, lo ocurrido hoy nos acerca a una nueva legislatura de Sánchez con el apoyo de comunistas, proetarras y separatistas. Es una mala noticia para España y por ello provocará desazón no sólo entre los votantes del PP, sino también entre los del partido de Abascal. Por ello, es normal que Vox no quiera hacer sangre con ello. Aunque tiene motivos de sobra para criticar duramente la deriva tomada por el PP, los hechos de este jueves son un gran balón de oxígeno para socialistas, comunistas y separatistas.