El mundo cambia, se transforma y muta por fuera de la vista de muchos. Lo que para algunos resulta algo casi inentendible, para otros significa la inversión del momento. La pandemia trajo consigo de todo, pero entre varios temas a tocar se destacó la llegada de los NFT o token no fungible. Sus siglas no revelan realmente qué son o cómo funciona, pero se trata de activos digitalizados que forman parte del universo de las blockchains y las criptomonedas.
Para aquellos deseosos de una definición, podemos decir que el NFT es un activo digital que posee un certificado de autenticidad que es único en el mundo. Para esto se le otorga una cadena de caracteres única, una especie de número de serie, que lo representan en el blockchain, un monedero de criptodivisas que permite el intercambio de Bitcoin, Bitcoin Cash, Ethereum (ETH), entre otras que no son tan populares como la primera.
Se trata de la última moda para inversores de grandes y medianas empresas que buscan conseguir una ganancia dentro de un mundo que aún no está supervisado o regulado por la ley. “Hay un gris. Depende de las regiones y de los países. Si ves, El Salvador adoptó la moneda y es el primero en impulsarlo debido a que tienen un volcán al lado que les provee la energía para poder generar los bitcoins y minar”, remarca Mónica Bega, miembro de WEPLAY CREATORS.
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Se trata de una empresa que se ocupa específicamente en crear NFT´s con experiencias artísticas inmersivas. De hecho, este verano incursionaron con esta modalidad en MUTE, el club marplatense de fiestas electrónicas. Los compradores del NFT no sólo pudieron tener acceso a un personal host, refrigerios e ingreso al backstage, si no que además pudieron acceder a la cabina del DJ en medio del escenario y entregarle un hoodie de su diseño nada menos que a SOLOMUN.
Para sorpresa de los coleccionistas, el DJ no solo vistió su prenda en su show en Córdoba, si no que además adquirió tres de sus NFTs. De esta manera los coleccionistas pudieron recuperar su inversión y además establecer un vínculo directo con el artista. “Lo que estamos investigando un montón es como las regiones que están más oprimidas son las que primero incursionan. Países como Cuba, Venezuela, Arabia Saudita…en LATAM hay un movimiento muy fuerte basado en la necesidad de adoptar formas alternativas a la moneda de curso en tu país de origen a como accedes a ella. Los que más rápido aprenden son los que más necesidades tienen”, resalta Bega en diálogo con BigBang.
En ese sentido -aclara- “las regulaciones van a ir cayendo” a medida que los organismos vayan aprendiendo a utilizarlo. “Lo que pasa es que están tan atrás los que regulan que no pueden hacerlo. En China, por ejemplo, viene prohibiendo las criptomonedas desde hace tiempo”, señaló. Los NFT no solo se utilizan para el “criptoarte”, sino que se adaptan a cualquier tipo de elemento digital: “Desde un tuit, como el primer tuit de Jack (Dorsey, el cofundador cuyo primer mensaje en la red social se vendió a 2.9 millones de dólares) que fue subastado en millones hasta un meme, una cosa muy simple como un garabato, o una obra de arte súper compleja”, detalla la experta.
Según explicó, todo va a depender, como en la industria tradicional, a qué audiencia o comunidad está destinado ese token no fungible. “Pero el NFT no deja de ser la certificación de esa pieza de originalidad y que quien lo sube es el propietario. El NFT es una certificación que está en la Blockchain y es de acceso público. Todo el mundo puede ver el recorrido de esa pieza y tiene un sello que es la hora y el momento que vos lo subiste como artista. En ese sentido, esa es la certificación que se ofrece con respecto a combatir la piratería”, le agrega a este portal su compañera, Manuela Kohlhuber, quien desde que inició la pandemia comenzó a investigar sobre este nuevo mundo de transacciones.
De esta manera, los NFT pueden ser asociados a tuits, fotos, videos, memes o canciones. En pocas palabras, en este mundo digital cualquiera puede tener una copia de La Gioconda, pero el original será del Museo del Louvre. Puede haber mil copias del cuadro pintado por Leonardo Da Vinci en el siglo XVI, pero solo el que compró el NFT le pertenece el auténtico. “Creemos que es una gran vidriera para fidelizar comunidades, para construirlas e interactuar con tus seguidores o consumidores dándole un lugar de participación. Pueden ser dueño de derechos, de partes de tus canciones, de tracks, de videoclips, pueden llegar a ser productores….”, resalta Kohlhuber.
Y agrega: “Con los NFT podés desbloquear accesos en un nivel de participación que sino estás adentro de la industria, no lo podrías conseguir. Esto le devuelve a los artistas un montón de derechos que estaban perdidos. Nosotras nos interesamos mucho en este tema durante la pandemia, porque trabajamos en el mundo del entretenimiento y con el párate de los shows había muchos artistas sin trabajar. Entonces comenzamos a buscar de manera mundial cómo hacían los artistas para sortear esta situación, buscamos otras formas de subsistir, de conectar con su audiencia y les entre un ingreso económico, y esto saca del medio a los intermediarios. Uno mismo puede subir sus piezas y conseguir ingresos”.
A diferencia de una criptomoneda, el NFT no es intercambiable, ya que es irrepetible. No hay dos iguales en el mundo digital. Tampoco se pueden fraccionar en partes más pequeñas para que diferentes propietarios lo posean, como sucede con las criptodivisas y tienen un valor completo como entidad o token completo; son indestructibles, ya que se almacenan en la cadena de bloques a través de un contrato inteligente (Smart Contract), lo que hace que no se puedan eliminar o replicar. “Desde lo financiero viene a desestructurar un poco la cuestión de la centralización. Estamos hablando de una tecnología, que es la Blockchain, que es descentralizada”, destacó Bega.
Esto quiere decir que no responde a ninguna entidad, como podría ser un banco que emite una moneda. “La criptomoneda se basa en una tecnología que se jacta de no responder a ninguna entidad centralizada y ahí nace una cuestión revolucionaria y de fondo filosófica y política en relación a lo tecnológico, porque viene a mover los cimientos de cómo se gestan las cosas a raíz de esta descentralización. La tecnología viene a plantear una cuestión de cambios en los poderes, dándole poder al artista o al que lo genera de primera mano y ahí los intermediarios empiezan a jugar otro rol”, sumó.
En principio, cualquier persona con un mínimo conocimiento del mundo digital y un aparato electrónico a mano puede crear un NFT. Para ello, el primer paso es elegir la cadena de blockchain que se va a usar -el Ethereum es la más utilizada hoy para pagar- y es necesario tener una wallet (una billetera virtual) de ETH (Ethereum) para usar su servicio. “Nosotros trabajarmos sobre la Blockchain de Ethereum, que fue muy popular el año pasado con la visita de Metallica en el país. Pero además trabajamos sobre una segunda capa que se llama Polygon que nos permite que, con un monto más chico que el que deberías pagar por las transacciones dentro de la plataforma, generar la pieza sin tener que invertir demasiado”, resaltó Bega.
El primer gran proyecto de NFT se llamó CryptoPunks y fue desarrollado por Larva Labs. Pero mercado de NFT´s explotó hacia fines de 2020 y principios de 2021: el 28 agosto de 2021 se alcanzó el récord de volumen diario de operaciones de cryptopunks con 143 millones de dólares transados, mientras que en el último mes un solo cryptopunk de características muy distintivas se vendió en 7,6 millones de dólares. “Se cree que para el 2030, el 100% de la población va a entender o tener algo en criptomonedas, pero todavía está en un proceso muy educativo, por lo menos acá en Argentina”, sentenció Kohlhuber.
La entrevista completa a Monica Bega y Manuela Kohlhuber sobre el NFT
¿A qué se debe este boom de los denominados NFT y por qué generan tanto interés?
– Mónica: Tocan temas muy polémicos para varios sectores de distintas industrias. Es lo más heavy de la tecnología con lo más duro de las finanzas y se mete la parte artística y los derechos. Entonces hay muchos intereses dando vueltas sumado a cuestiones ecológicas que suenan bastante. Hay detractores y personas que lo defienden bastante también.
Toca muchas industrias y siempre decimos que no vimos ni la punta del iceberg.. Estamos arrancando por más que parezca que hay un boom, creemos que hay muchísimo por ver todavía. Desde lo financiero viene a desestructurar un poco la cuestión de la centralización.
Estamos hablando de una tecnología, que es la Blockchain, que es descentralizada, es decir, que no responde a ninguna entidad, como podía ser un banco que emite una moneda. la criptomoneda se basa en una tecnología que se jacta de no responder a ninguna entidad centralizada y ahí nace una cuestión revolucionaria y de fondo filosófica y política en relación a lo tecnológico porque viene a mover los cimientos de cómo se gestan las cosas a raíz de esta descentralización.
¿Está regulado?
– Mónica: La tecnología viene a plantear una cuestión de cambios en los poderes, dándole poder al artista o al que lo genera de primera mano y ahí los intermediarios empiezan a jugar otro rol. Hay un gris. Depende de las regiones y de los países. Si ves El Salvador que adoptó la moneda y es el primero en impulsarlo producto que tienen un volcán al lado que les provee la energía para poder generar los bitcoins y minar.
Lo que estamos investigando un montón es como las regiones que están más oprimidas son las que primero incursionan. Países como Cuba, Venezuela, Arabia Saudita…en LATAM hay un movimiento muy fuerte basado en la necesidad de adoptar formas alternativas a la moneda de curso en tu país de origen a como accedes a ella.
Los que más rápido aprenden son los que más necesidades tienen. En ese sentido, las regulaciones van a ir cayendo a medida que van aprendiendo. Lo que pasa es que están tan atrás los que regulan que no pueden hacerlo. En China, por ejemplo, viene prohibiendo las criptomonedas desde hace tiempo.
¿Los mercados de tokens son una gran vidriera para mostrar el arte a un público más numeroso?
– Manuela: Creemos que es una gran vidriera para fidelizar comunidades, para construirlas e interactuar con tus seguidores o consumidores dándole un lugar de participación. Pueden ser dueño de derechos, de partes de tus canciones, de tracks, de videoclips, pueden llegar a ser productores….con los NFT podés desbloquear accesos en un nivel de participación que sino estás adentro de la industria no lo podrías conseguir.
¿Los NFT ofrecen nuevas posibilidades de ingreso para los artistas?
– Mónica: Es un poco la característica que lo define. En principio a lo que más valor se le atribuye es a la originalidad, a la cuestión de que es único y a su rareza. Lo que tratamos siempre de diferenciar es que la pieza en sí no es el NFT, sino la certificación de originalidad de la pieza. La pieza puede ser cualquier cosa que vos creas que tiene valor para tu comunidad o para un mercado posible.
Desde un tuit, como el primer tuit de Jack (Dorsey, el cofundador cuyo primer mensaje en la red social se vendió a 2.9 millones de dólares) que fue subastado en millones hasta un meme, una cosa muy simple como un garabato, o una obra de arte súper compleja. Va a depender siempre, como en la industria tradicional, qué audiencia o comunidad construiste antes. Pero el NFT no deja de ser la certificación de esa pieza de originalidad y que quien lo sube es el propietario.
– Manuela: Eso le devuelve a los artistas un montón de derechos que estaban perdidos. Nosotras nos interesamos mucho en este tema durante la pandemia porque trabajamos en el mundo del entretenimiento y con el párate de los shows había muchos artistas si trabajar.
Entonces comenzamos a buscar de manera mundial cómo hacían los artistas para sortear esta situación, buscamos otras formas de subsistir, de conectar con su audiencia y les entre un ingreso económico, y esto saca del medio a los intermediarios. Uno mismo puede subir sus piezas y conseguir ingresos.
¿Cómo surgió la idea de crear NFT´s WePlay?
Mónica: Surgió de un movimiento muy espontáneo desarrollando una primera experiencia para una productora y desde WePlay se fue dando al formación bastante orgánica porque a raíz de es a primera prueba comenzaron a surgir un montón de inquietudes de todo el entorno. Lo que hacemos es primero estudiar y escuchar muchísimo.
Ser parte de comunidades en Telegram y Discord, que es donde más se mueve todo esto. Todo el tiempo surge más información y todo evoluciona tan rápido, que sino estudias te quedás atrás constantemente y en muy poco tiempo. Existen aquellos que quieren llevar sus contenidos a la tecnología y los que quieren entender la tecnología, pero tienen contenidos.
– Manuela: Lo que buscábamos era unir el mundo de la web con el entretenimiento y nos dimos cuenta que si bien en el mundo de los NFT, el arte y los coleccionistas están muy acostumbrados a coleccionar cosas intangibles, el resto del público no y necesitan vivir las experiencias. Desde accesos que desbloquean experiencias inmersivas donde hay una parte que cursa esta tecnología, pero que al mismo tiempo te permite vivir esta experiencia.
Hace un mes desarrollamos una prueba con Mute, un club de Mar del Plata que hace las fiestas electrónicas más famosas del país, y la experiencia consistía en comprar un NFT para vivir una experiencia inmersiva que desbloqueaba el acceso a ubicaciones VIP sobre el escenario, un meet and greet con el DJ, etc, que fue llevando a un montón de experiencias que se fueron viviendo. Además del NFT, que era una pieza artística, desbloqueabas esa experiencia única.
¿Cuál es el conocimiento práctico y el potencial que puede tener un NFT?
– Mónica: Es un paso intermedio para hacer convivir todavía el mundo físico y el de las experiencias en tanto los usuarios y el mercado se ajusten a encontrarle el valor a las piezas digitales, que lo tienen en algunas industrias, pero en otras definitivamente todavía no. Hacerlos convivir es una buena forma de ir sumergiéndolos de a poquito.
Lo que hicimos fue trabajarlo sobre la Blockchain de Ethereum que fue muy popular el año pasado con la visita de Metallica en el país. Pero además trabajamos sobre una segunda capa que se llama Polygon que nos permite que, con un monto más chico que el que deberías pagar por las transacciones dentro de la plataforma, generar la pieza sin tener que invertir demasiado.
Para sorpresa nuestra se adquirieron. Tu wallet (billetera virtual) tenía que estar fondeado con dos tipos de Token o moneda, uno correspondían a Polygon y otros a Ethereum. Cuando lo arrancamos a hacer teníamos dudas porque no sabíamos si las personas lo iban a poder hacer, tantos conceptos juntos y lo complicábamos, pero nos sorprendieron. Recordemos que esto es anónimo, lo que se ve es un usuario, un nick, a la hora de adquirir estos servicios.
– Manuela: Se cree que para el 2030, el 100% de la población va a entender o tener algo en criptomonedas, pero todavía está en un proceso muy educativo, por lo menos acá en Argentina. El NFT es una certificación que está en la Blockchain y es de acceso público. Todo el mundo puede ver el recorrido de esa pieza y tiene un sello que es la hora y el momento que vos lo subiste como artista. En ese sentido, esa es la certificación que se ofrece con respecto a combatir la piratería.
Fuente Big Bang News