Por Eliza Mackintosh
Después de meses de acumulación militar y arriesgada política en la frontera de Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó una operación militar especial para proteger Donbás, la región del este de Ucrania controlada por los separatistas prorrusos.
Rusia ha estado reforzando su control militar sobre Ucrania desde el año pasado, acumulando decenas de miles de tropas, equipo y artillería a las puertas del país. La agresión provocó advertencias de funcionarios de inteligencia estadounidenses de que una invasión rusa estaba en marcha, hecho que se consumó en la madrugada de este jueves.
Los vertiginosos esfuerzos diplomáticos para disipar las tensiones no lograron llegar a ninguna conclusión.
Moscú negó repetidamente estar planeando un ataque, insistiendo en cambio en que el apoyo de la OTAN a Ucrania constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia. Putin, exigió la “desmilitarización” de Ucrania en declaraciones televisadas, momentos después de anunciar una operación militar en la región de Donbás aumentado los temores de una invasión.
La escalada en el conflicto de años entre Rusia y Ucrania ha desencadenado la mayor crisis de seguridad en el continente desde la Guerra Fría, levantando el espectro de un enfrentamiento peligroso entre las potencias occidentales y Moscú.
Entonces… ¿cómo fue que llegamos aquí? La imagen sobre el terreno está cambiando rápidamente, pero aquí hay un desglose de lo que sabemos.
¿Cuál es la situación en la frontera?
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, exigió la “desmilitarización” de Ucrania en declaraciones televisadas, momentos después de anunciar una operación militar en la región de Donbás en el este de Ucrania en la madrugada del jueves.Ingrese su correo electrónico para suscribirse al boletín informativo de cinco cosas de CNN.close dialog
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Las declaraciones de Putin se produjeron a medida que aumentaba la preocupación por una inminente invasión rusa a gran escala. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky dijo en un emotivo discurso a primera hora del jueves que los dirigentes rusos habían aprobado una acción militar en Ucrania y prometió que el país se defendería.
Un asesor del ministro del Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko, dijo a primera hora del jueves que la invasión rusa “ha comenzado” con los “ataques con misiles en Kyiv”. Gerashchenko añadió en su página de Facebook que los centros de control como los campos de aviación y los cuarteles militares están siendo golpeados por los bombardeos en Kyiv y Kharkiv, y que hay fuego de artillería a lo largo de la frontera.
Gerashchenko dijo a periodistas en un grupo oficial de WhatsApp que las tropas rusas han desembarcado en la ciudad de Odessa y están cruzando la frontera en la ciudad de Kharkiv.
Más de 150.000 soldados rusos rodean Ucrania como una herradura por tres lados, según estimaciones de funcionarios de inteligencia estadounidenses y ucranianos. El 15 de febrero, Putin afirmó que estaba llevando algunas tropas de regreso a la base después de completar los simulacros y que estaba abierto a una ruta diplomática para salir del enfrentamiento.
Pero la afirmación fue recibida con escepticismo por parte de los funcionarios occidentales, seguido de frustración cuando EE.UU. alegó que, en lugar de reducir las fuerzas, Rusia estaba movilizando silenciosamente varios miles más. El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, advirtió que Estados Unidos no había visto señales inmediatas de una retirada militar rusa y señaló: “Desgraciadamente, hay una diferencia entre lo que Rusia dice y lo que hace”.
La OTAN aumentó la preparación de su fuerza de respuesta rápida, mientras que los países miembros pusieron tropas en estado de alerta y desplegaron batallones, aviones y barcos en la región. Estados Unidos ordenó el despliegue de 3.000 soldados adicionales en Polonia, lo que elevó el número total de refuerzos enviados a Europa en las últimas semanas a unos 5.000. Estados Unidos dice que no tiene intención de enviar tropas a Ucrania, que no es miembro de la OTAN.
Biden y los líderes europeos advirtieron que Rusia sufriría graves consecuencias, incluidas sanciones, si Putin sigue adelante con una invasión. Pero eso no ha impedido que Rusia continúe reforzando sus posiciones militares. A fines de 2021 y principios de 2022, las imágenes satelitales revelaron nuevos despliegues rusos de tropas, tanques, artillería y otros equipos en múltiples lugares, incluido el este de Ucrania, Crimea y Belarús, donde sus fuerzas participaban en ejercicios conjuntos con el aliado internacional más cercano de Moscú.
A pesar de recibir financiación, entrenamiento y equipo de EE.UU. y otros países miembros de la OTAN, los expertos dicen que Ucrania sería superada significativamente por el Ejército de Rusia, que se ha modernizado bajo el liderazgo de Putin. Si estallara una guerra entre los dos países, decenas de miles de civiles podrían morir y hasta 5 millones se convertirían en refugiados, según algunas estimaciones.
¿Qué ha preparado el escenario para el conflicto?
Ucrania fue una piedra angular de la Unión Soviética hasta que votó abrumadoramente por la independencia en 1991, un hito que resultó ser una sentencia de muerte para la superpotencia en decadencia.
Después del colapso de la Unión Soviética, la OTAN empujó hacia el este, incorporando a la mayoría de las naciones de Europa del Este que habían estado en la órbita comunista. En 2004, la OTAN agregó las antiguas repúblicas bálticas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania. Cuatro años más tarde, declaró su intención de ofrecer la membresía a Ucrania algún día en un futuro lejano, cruzando una línea roja para Rusia.
Putin ha indicado que ve la expansión de la OTAN como una amenaza existencial, y la posibilidad de que Ucrania se una a la alianza militar occidental como un “acto hostil”.
En entrevistas y discursos, ha enfatizado su opinión de que Ucrania es parte de Rusia, cultural, lingüística y políticamente. Si bien parte de la población mayoritariamente de habla rusa en el este de Ucrania siente lo mismo, una población de habla ucraniana más nacionalista en el oeste ha apoyado históricamente una mayor integración con Europa. En un artículo escrito en julio de 2021, Putin subrayó su historia compartida y describió a rusos y ucranianos como “un solo pueblo”.
Los ucranianos, que en las últimas tres décadas han tratado de alinearse más estrechamente con las instituciones occidentales, como la Unión Europea y la OTAN, se han opuesto a esa noción. A principios de 2014, las protestas masivas en la capital, Kyiv, conocidas como Euromaidán, obligaron a un presidente amigo de Rusia a destituirse después de que se negara a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Rusia respondió anexando la península ucraniana de Crimea y fomentando una rebelión separatista en el este de Ucrania, que tomó el control de parte de la región del Donbas. A pesar de un acuerdo de alto el fuego en 2015, las dos partes no han visto una paz estable y la línea del frente apenas se ha movido desde entonces. Casi 14.000 personas han muerto en el conflicto y hay 1,5 millones de desplazados internos en Ucrania, según el gobierno ucraniano.
¿Qué quiere Putin?
Putin logró aumentar la presión sobre Occidente durante meses sin siquiera disparar un tiro o hacer rodar un tanque a través de su frontera con Ucrania.
Moscú ha sido acusada de participar en una guerra híbrida contra Ucrania, utilizando ataques cibernéticos, presión económica y propaganda para provocar tensiones. El Departamento de Estado de EE.UU. afirmó a principios de febrero que Rusia estaba preparada para fabricar “un pretexto para una invasión” a través de un video de bandera falsa.
Lo que Putin ha dejado en claro es que ve la expansión de la OTAN hacia el este como una amenaza existencial para Rusia.
En diciembre de 2021, Putin presentó a EE.UU. y la OTAN una lista de demandas de seguridad. La principal de ellas es una garantía de que Ucrania nunca ingresará a la OTAN y que la alianza hará retroceder su huella militar en Europa Central y Oriental, propuestas que EE.UU. y sus aliados han dicho repetidamente que no son viables.
Putin indicó que no estaba interesado en largas negociaciones sobre el tema. “Son ustedes quienes deben darnos garantías, y deben hacerlo de inmediato, ahora mismo”, dijo a fines del año pasado en su conferencia de prensa anual. “¿Estamos desplegando misiles cerca de la frontera de EE.UU.? No, no lo estamos. Es Estados Unidos el que ha venido a nuestra casa con sus misiles y ya está parado en nuestra puerta”.
Las conversaciones de alto nivel entre Occidente y Rusia concluyeron en enero sin ningún avance. El enfrentamiento llevó a los líderes de Europa a participar en un frenesí de diplomacia itinerante, explorando si un canal de negociación establecido entre Francia, Alemania, Rusia y Ucrania para resolver el conflicto en el este de Ucrania —conocido como las conversaciones del formato de Normandía— podría proporcionar una vía para calmar la crisis actual.
En una conferencia de prensa con el nuevo canciller alemán Olaf Scholz el 16 de febrero, Putin repitió las afirmaciones sin fundamento de que Ucrania está llevando a cabo un “genocidio” contra los hablantes de ruso en la región de Donbas y pidió que el conflicto se resuelva mediante el progreso de la paz de Minsk, haciéndose eco de una retórica similar que se utilizó como pretexto para anexar Crimea.
Moscú y Kyiv siguen en desacuerdo sobre elementos clave del acuerdo de paz firmado en 2015. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró recientemente que no le gusta un solo punto de los acuerdos de Minsk, que requieren un diálogo sobre las elecciones locales en dos regiones separatistas respaldadas por Rusia en el este del país y, aunque no está claro en qué secuencia, también restauraría el control del Gobierno ucraniano sobre sus fronteras orientales. Los críticos dicen que el acuerdo podría dar a Moscú una influencia indebida sobre la política ucraniana.
Putin ha respondido en términos contundentes al decir que, independientemente de si a Zelensky le gusta el plan, debe implementarse. “Te guste o no te guste, es tu deber, mi belleza”, dijo Putin en una conferencia de prensa junto al presidente francés Emmanuel Macron. Zelensky, un excomediante y estrella de televisión, ganó las elecciones de 2019 de forma aplastante con la promesa de poner fin a la guerra en Donbas, pero poco ha cambiado. Respondiendo a una pregunta sobre el lenguaje crudo y poco diplomático de Putin, Zelensky respondió en ruso y dijo sin rodeos: “No somos suyos”.
¿Cuál es la opinión de Ucrania?
El presidente Zelensky, dijo este miércoles que su país no necesita la guerra, pero agregó que si la atacan, su nación se defenderá.
“No tenemos necesidad de otra Guerra Fría, o una guerra sangrienta, o una guerra híbrida”, dijo Zelensky en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Facebook durante la madrugada del jueves, hora local.
“Pero si nos atacan militarmente, si intentan quitarnos nuestra libertad, nuestras vidas, las vidas de nuestros hijos, nos defenderemos”, agregó el presidente ucraniano en un discurso en ruso dirigido a los ciudadanos rusos. “Cuando ataquen, verán nuestras caras y no nuestras espaldas, nuestras caras”.
Zelensky llamó a la guerra una “terrible desgracia”. Dijo que estaba listo para continuar las conversaciones diplomáticas con Rusia y argumentó que Ucrania no representa una amenaza para Rusia.
Anteriormente Zelensky minimizó el peligro de una invasión rusa, señalando que la amenaza había existido durante años y no había aumentado en los últimos meses. Es un estado de ánimo similar en Kyiv, donde los ucranianos continúan con sus asuntos diarios, a pesar de las advertencias internacionales y mientras los gobiernos extranjeros retiran a su personal diplomático de la capital.
El Gobierno de Ucrania ha insistido en que Moscú no puede impedir que Kyiv construya lazos más estrechos con la OTAN, o interferir de otra manera en su política interna o exterior. “Rusia no puede impedir que Ucrania se acerque a la OTAN y no tiene derecho a opinar en las discusiones relevantes”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado a CNN.
Las tensiones entre los dos países se han visto exacerbadas por una crisis energética cada vez más profunda en Ucrania que Kyiv cree que Moscú ha provocado deliberadamente. Ucrania considera que el controvertido gasoducto Nord Stream 2, que conecta los suministros de gas rusos directamente con Alemania, es una amenaza para su propia seguridad.
Nord Stream 2 es uno de los dos oleoductos que Rusia ha tendido bajo el agua en el Mar Báltico, además de su tradicional red de oleoductos terrestres que recorre el este de Europa, incluida Ucrania. Kyiv ve los gasoductos a través de Ucrania como un elemento de protección contra una invasión de Rusia, ya que cualquier acción militar podría interrumpir el flujo vital de gas hacia Europa.
Es solo uno de los innumerables desafíos que enfrenta el gobierno de Zelensky. El exactor, que interpretó a un presidente en la televisión ucraniana, ha tenido un bautismo de fuego brutal en la política del mundo real desde que asumió el cargo en 2019.
La popularidad de su gobierno se ha estancado en medio de múltiples desafíos políticos internos, incluida una tercera ola reciente de infecciones por covid-19 y una economía en apuros.
Muchos ucranianos están descontentos porque el Gobierno no ha cumplido las promesas que lo llevaron al poder, incluyendo la lucha contra la corrupción en el sistema judicial del país. Pero la preocupación más apremiante es el fracaso de Zelensky para traer la paz al este del país.
En medio de advertencias de los líderes occidentales de una invasión rusa “cualquier día”, el presidente ucraniano declaró el 16 de febrero como Día Nacional de la Unidad, insistiendo en que Ucrania no se dejaría intimidar por “ningún enemigo” y podría “defenderse”.
“Estamos haciendo todo lo posible para defender nuestros intereses y hemos obtenido el apoyo diplomático de casi todos los líderes del mundo civilizado”, dijo Zelensky en un discurso en video, y agregó: “La seguridad de Europa y de todo el continente depende de Ucrania y de nuestro Ejército.”
Fuente CNN