En dos meses, la situación de la pandemia en Madrid ha dado un vuelco de 180 grados. De los 4.900 nuevos casos que se registraban entonces a los 117 de ayer; de 2.560 pacientes hospitalizados en planta entonces a 658 de ahora. De 280 personas en UCI a 125 de la última jornada. Ante este «diferente horizonte», las autoridades sanitarias madrileñas se plantean un cambio de estrategia que borre las cuarentenas –que ellos prefieren llamar aislamientos–, pero aún mantengan la prudencia respecto al uso de mascarillas en interiores, pese a la opinión al respecto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El Ministerio de Sanidad ha citado esta semana a las comunidades para una nueva reunión del Consejo Interterritorial, el próximo jueves. En este encuentro, y en uno previo de tipo técnico que tendrá lugar mañana miércoles, se fijarán las bases de la nueva estrategia de lucha contra el Covid. El Gobierno madrileño lleva sus propios planteamientos a estas citas. Por un lado, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, tiene previsto defender el fin de los aislamientos –las populares cuarentenas– para los pacientes contagiados de Covid-19. Estas han ido reduciéndose en su duración a medida que avanzaba la pandemia, y ahora en la Comunidad de Madrid consideran que ya no es procedente mantenerlas. Únicamente apostarían por seguir con aislamientos en los casos de pacientes vulnerables o con patologías graves, donde pueden seguir considerándose necesarias según las autoridades sanitarias madrileñas. Pero la batalla principal se va a dar, probablemente, en relación con el uso de mascarillas en los interiores. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado ya en varias ocasiones su posición favorable a eliminar esta obligación, algo que podría ocurrir en breve. Es la misma línea que han seguido otros países de nuestro entorno. Prudencia
En Madrid, aunque las autoridades sanitarias han apostado por ir rebajando progresivamente las restricciones en este punto, no terminan de ver que este sea el momento de abrir esta puerta. La región ha sido una de las que ha seguido con más fuerza las normas de uso de mascarillas; de hecho, aunque llevan ya semanas sin ser obligatorias en la vía pública, siguen siendo utilizadas de forma mayoritaria en los grandes municipios de la región. El consejero Ruiz Escudero se ha mostrado muy cauto en sus manifestaciones públicas sobre una posible retirada de las mascarillas en interiores. Mantiene sus dudas de que ya sea el momento de extenderlo de forma general. Hay ya sobre la mesa una propuesta de la Asociación Española de Pediatría para que se establezca un calendario de retirada de mascarillas en las aulas, de forma gradual. Llevarlo al resto de interiores, o a los medios de transporte público, es algo aún se ve con muchas dudas desde la Sanidad madrileña.
Fuente ABC