Frente a una multitud que colmó la Plaza de la Constitución y sus alrededores, Boric agradeció a la ciudadanía haberle dado el honor de llegar al máximo cargo de la nación. “El pueblo de Chile es protagónico en este proceso. No estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes y quiero que sepan que no llegamos aquí para llenar cargos, solazarnos entre nosotros y para generar distancias inalcanzables; llegamos a entregarnos en cuerpo y alma al compromiso de hacer mejor la vida en nuestra patria”, afirmó.
Describió luego las grandes demandas: “las personas mayores cuya pensión no les alcanza para vivir, porque algunos decidieron hacer de la previsión un negocio; las de quienes se enferman y sus familias no tienen cómo costear el tratamiento; las de los estudiantes endeudados; las de los campesinos sin agua por sequía y por saqueo; las de las mujeres que cuidan a sus niños con T.E.A., que en cada lugar de Chile me las encuentro, a sus familiares postrados y a sus bebés indefensos”.
No olvidó a “las familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar; las de las disidencias y diversidades de género que han sido discriminadas y excluidas por tanto tiempo; las de los artistas que no pueden vivir su trabajo, porque la cultura no es lo suficiente valorada en nuestro país; las de los pueblos originarios, despojados de sus tierras, pero nunca de su historia; las de la clase media acogotada; las de los niños y niñas del Sename; las caras de las zonas más aisladas de este país, como Magallanes; y las de quienes viven en la pobreza olvidada”.
La multitud aplaudió las palabras del exdirigente estudiantil y coreó con fuerza, alegría y esperanza “Boric, amigo, el pueblo está contigo”.
El gobernante definió la naturaleza del país como “este Chile, hecho de diversos pueblos y naciones, instalado en una cornisa del continente, entre las cordilleras imponentes y su océano mágico, entre el desierto de vida y los hielos antárticos (…) ha vivido violaciones a los derechos humanos que nunca más se repetirán en nuestro país”.
Enfatizó que su sueño “es que cuando terminemos nuestro mandato podamos mirar a nuestros hijos, hermanas, padres, vecinas y abuelos y sintamos que hay un país que nos protege y acoge”.
También comprometió que “en este primer año de Gobierno, nos hemos impuesto como tarea acompañar de manera entusiasta el proceso constituyente por el que tanto hemos luchado, vamos a apoyar decididamente el trabajo de la Convención, necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia”.
“Una Constitución que -apuntó- a diferencia de la que fue impuesta a sangre, fuego y fraude, nazca en democracia, de manera paritaria, con participación indígena, una constitución que sea para todos y no unos pocos, sin caricaturas, y nos digo a nosotros que escuchemos, para que el plebiscito de salida sea un punto de encuentro”.
Fuente Ambito