Entre el independentismo mágico y la vieja Convergència. Entre Laura Borràs y Jordi Turull. La caída de Jordi Sànchez deja un partido más dividido, más herido y enfrentado. Sànchez contaba con el apoyo distante del presidente fugado, Carles Puigdemont. Pero los demás sectores y corrientes tenían viejas facturas que cobrarle. Las más profundas, las de Jordi Turull. Sànchez le despreció en la cárcel. Le dijo: «Ya os habéis cargado un partido, no pienso permitir que os carguéis al mío». Sànchez, que nunca había sido convergente –había militado en Iniciativa per Catalunya–, reprochaba así a Turull y a Josep Rull haber arruinado a la vieja CiU con poca consistencia política y permitiendo una corrupción sistémica, estructural. No les permitía asistir a… Ver Más
Fuente ABC