El procesamiento de cocaína echó raíces en suelo europeo; traficantes de drogas sintéticas mexicanos y neerlandeses se han aliado, y un nuevo proceso químico promueve la instalación de superlaboratorios en el nicho de las metanfetaminas en Europa.
Estas son algunas de las conclusiones más sorprendentes de un nuevo informe de Europol y el Observatorio Europeo de Monitoreo de Drogas y Toxicomanías (European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addition, EMCDDA), que analiza los cambios recientes en los mercados de cocaína y metanfetaminas en Europa.
El análisis pone de relieve la explosión del narcomenudeo de cocaína en Europa, que se avaluó en cerca de US$11 mil millones en 2020. Ese año, Europa decomisó 214,6 toneladas del alcaloide, lo que marcó un récord de decomisos por cuarto año consecutivo. Los datos preliminares de 2021 y 2022 indican que la tendencia se mantiene e incluso toca nuevos techos.
Por otro lado, las metanfetaminas mexicanas introducen una revolución en el boyante sector de drogas sintéticas del continente, lo que supone el desplazamiento de productos de inferior calidad tanto a los mercados físicos como a los de la red oscura o dark web, hasta convertir a químicos conocedores de MDMA en fabricantes de metanfetaminas y hacer de Europa una gigante zona de tránsito de los cargamentos de Latinoamérica que se dirigen hacia la región Asia-Pacífico.
A continuación, InSight Crime analiza las cinco conclusiones principales del nuevo informe del EMCDDA.
El boom de la producción de cocaína en Europa
El informe señala que Europa está produciendo cocaína con un grado de sofisticación mucho mayor que lo que se había conocido hasta ahora.
Hasta hace poco, los laboratorios de procesamiento de cocaína de Europa se limitaban a ser “instalaciones secundarias de extracción”, en las que se extraía cocaína de los materiales en los que se camuflaba para su transporte. Pero desde mediados de la década de 2010, las redadas a laboratorios en España y los Países Bajos, y los decomisos de pasta base de coca —la materia prima para producir cocaína— indican que Europa está aumentando su participación en la cadena de producción de cocaína.
Aunque el EMCDDA ha alertado sobre esta evolución desde 2017, el nuevo informe detalla las tendencias de decomisos de químicos precursores de cocaína en Europa, que indican que el proceso ha avanzado de manera alarmante. Más aún, el análisis de los laboratorios desmantelados en los Países Bajos indica que Europa está produciendo cocaína con una eficiencia y un grado de pureza que supera a Latinoamérica.
Los factores que enumera el informe para apoyar esta hipótesis incluyen los químicos hallados en estos laboratorios, muchos de los cuales se producen en países europeos como Alemania, Polonia y España, y de los que puede afirmarse que son de calidad superior a los que se encuentran en Latinoamérica. Los tipos de químicos encontrados también indican que los laboratorios están realizando un proceso de reoxidación, relativamente novedoso, para estandarizar los lotes de cocaína e incrementar la eficiencia de la producción.
Lo que es aún más preocupante, según el informe, es la evidencia de colaboración e intercambio de conocimiento entre redes criminales latinoamericanas y europeas en la optimización de estos procesos. Esto lo evidencian no solo las capturas de químicos colombianos en laboratorios europeos, sino también los mismos laboratorios, construidos según el modelo colombiano, pero con especificaciones más tecnificadas.
Cocaína peruana gana terreno en Europa
La coca cultivada en Colombia ha sido por largo tiempo dominante en el mercado de cocaína en Estados Unidos y Europa. Pero el informe detalla análisis químicos de muestras de cocaína europea que darían a entender que se está operando un cambio.
Solo un poco más del total de las muestras europeas analizadas por el Programa de Identificación de Cocaína (Cocaine Signature Program, CSP), coordinado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, tenían origen colombiano, lo cual representa una caída considerable con respecto al 68 por ciento reportado en el anterior estudio del EMCDDA en 2019. En ese mismo periodo, las muestras de origen peruano dieron un salto de 19 por ciento a 32 por ciento, y las muestras de origen boliviano mantuvieron un constante 5 por ciento.
Este cambio puede deberse en parte a las tendencias de la producción, pues el cultivo estimado de coca bajó siete por ciento en Colombia durante 2020, a la par que se incrementó 13 por ciento en Perú y 15 por ciento en Bolivia. También puede reflejar la expansión de las redes criminales que trasiegan cocaína peruana a través de Bolivia, Paraguay y Brasil. En los últimos cinco años, organizaciones criminales brasileñas, como el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC), se han aliado con mafias italianas para convertir puertos brasileños, como el de Santos, en emporios del tráfico transatlántico de cocaína, mientras que enormes decomisos de cocaína logrados en Alemania y Bélgica se han rastreado hasta los puertos fluviales de Paraguay.
Además, el CSP observa una fuerte correlación entre la cocaína de origen peruano y boliviano y el narcótico producido usando el método de “procesamiento limpio con etilacetato”, que produce una identificación de cocaína química que es prácticamente exclusiva de las muestras europeas del alcaloide. El informe plantea que las redes criminales están traficando grandes volúmenes de productos intermedios, como pasta base de coca de Perú y Bolivia desde el otro lado del Atlántico para procesarla en suelo europeo.
Sin embargo, los países europeos no han reportado decomisos importantes de pasta de coca en los últimos años, lo que indica la existencia de un gran vacío de inteligencia en torno a esta estrategia de tráfico.
Continua diversificación de puntos de despacho, recepción y transbordo de cocaína
La mayor parte de la cocaína sigue arribando a Europa en contenedores marítimos, pero ante las medidas más enérgicas de las autoridades en puntos críticos de tráfico conocidos, los despachos se están expandiendo a muchas otras regiones.
El informe enumera los principales países de envío de cocaína hacia Europa en 2020, en este orden: Brasil (71 toneladas), Ecuador (67,5 toneladas), Colombia (32 toneladas) y Costa Rica (20,4 toneladas). Aunque los primeros tres llevan tiempo reconocidos como países de despacho transatlántico, Costa Rica es un nuevo ingreso. En 2020, InSight Crime señaló que el surgimiento de intermediarios de cocaína costarricenses estaba contribuyendo al incremento de las exportaciones de cocaína hacia Europa desde el puerto de Limón.
Aunque los Países Bajos, Bélgica y España siguen siendo centros importantes de cocaína en Europa, los puntos de transbordo también se están multiplicando. En particular, el informe señala una serie de decomisos de cocaína en países norafricanos, como Marruecos, Libia y Argelia. Esto indica que las rutas consolidadas de cocaína hacia África septentrional quizá están desplazándose hacia el norte, posiblemente para aprovechar las redes preexistentes de tráfico de hachís. El informe también señala el incremento de los decomisos en países del oeste de los Balcanes, como Albania y Montenegro. Ambos son la base de operaciones de poderosos clanes narcotraficantes que han ampliado su influencia en Latinoamérica.
México: Master Chefs de las metanfetaminas
Hace una década, el tráfico de metanfetaminas en Europa era pequeño y localizado, y la producción y el consumo se restringían en su mayor parte a la República Checa y sus vecinos más cercanos. Estas cocinas artesanales rara vez preparaban más de 50 gramos, y era difícil ampliar la magnitud de este proceso, basado en efedrina y pseudoefedrina.
Una década después, el panorama ha cambiado radicalmente, gracias a las innovaciones de los químicos de metanfetaminas mexicanos. Contratados inicialmente por organizaciones criminales locales a finales de los años 2010, estos profesionales —expertos en la producción a gran escala de metanfetaminas para el mercado estadounidense— hicieron su entrada a Bélgica y los Países Bajos, los mayores productores de drogas sintéticas como anfetaminas y MDMA en el continente.
En 2019, se hicieron arrestos de mexicanos y otros latinoamericanos en conexión con tres laboratorios de metanfetaminas en Países Bajos, y se sospecha que hubo colaboración mexicana en otros dos casos. Al año siguiente, se duplicaría ese número, con nueve casos conocidos de participación de cocineros latinoamericanos, en su mayor parte de nacionalidad mexicana, pero también algunos colombianos y dominicanos.
Pronto se desarrolló una colaboración transatlántica. Las redes criminales neerlandesas pondrían los laboratorios, los equipos, los precursores químicos y la eliminación de los desechos, y los mexicanos pondrían los cocineros, a cambio de pagos por kilo de producto o partes de los cargamentos de droga.
Los químicos aportaron un nuevo método de producción, cuya capacidad de “reciclar” los residuos, que antes se perdían con los cocineros de metanfetaminas checos, implicaba una pureza y un rendimiento infinitamente superiores. Desde 2019, esto ha permitido la concentración de la producción neerlandesa de metanfetaminas en un pequeño número de “superlaboratorios” a escala industrial.
Para entender la importancia de este cambio, solo se necesita observar los decomisos globales de un precursor químico llamado “BMK” (bencil-metil-cetona), el principal ingrediente de uno de los dos procesos más usados en la preparación de metanfetaminas. En 2020, México hizo los mayores decomisos de BMK en el mundo; en segundo lugar estaban los Países Bajos.
La ruta mexicana de las metanfetaminas hacia Europa
Además de ayudar a multiplicar el producto interno, las redes narcotraficantes mexicanas también han convertido a Europa en un mercado de consumo en crecimiento y en un importante centro de tránsito.
Aunque aún está en pañales, el mercado de consumo de metanfetaminas en Europa ha alcanzado un tamaño histórico, y entre 2010 y 2020 se reportaron aumentos de 477 por ciento en los decomisos de metanfetaminas en la Unión Europea. Esto incluye diversas incautaciones de varias toneladas procedentes de México, ocultas en su mayor parte en mercancías legales transportadas en contenedores de embarque.
En 2020, las metanfetaminas de México llevaron a dos decomisos de tamaño récord: 1,6 toneladas en Eslovaquia y cerca de 750 kilos en España. Luego, en 2021, Bulgaria realizó una incautación de 450 litros de metanfetaminas mexicanas en forma líquida —el segundo mayor decomiso de este tipo en el mundo—, mientras que las autoridades españolas desmantelaron una red de narcotráfico activa en España y los Países Bajos, que había traficado 2,5 toneladas de cristal de metanfetaminas ligadas a la Organización Beltrán Leyva, de México. La investigación mostró un intento de generar demanda europea para la metanfetamina cristal, como señala el informe del EMCDDA.
Además, el producto mexicano se ha impuesto rápidamente en los mercados de metanfetaminas en línea, que en su mayoría se abastecen de un flujo de drogas pequeño pero constante que llega a Europa por correo. Aunque las referencias a las metanfetaminas mexicanas solo empezaron a conocerse en los mercados de la web oscura a finales de 2017, para 2018 alrededor de la mitad de los listados de metanfetaminas tenían relación con la producción mexicana.
Sin embargo, en términos globales, Europa sigue siendo un mercado limitado para las metanfetaminas, tanto mexicanas como de otra procedencia. Eso significa que las ganancias son relativamente bajas, pues las estadísticas del EMCDDA muestran que en 2019 el precio promedio al por menor en los Países Bajos era de US$58 por un gramo de metanfetaminas.
En contraste, ese mismo año una investigación de Reuters halló que el precio por gramo equivalente llegaba a los US$70 en Tailandia, a US$298 en Australia y hasta US$588 en Japón. Como resultado de esto, el EMCDDA informa que la mayor parte del producto de metanfetaminas europeas puede estar dirigido a mercados más lucrativos en el Este asiático y en Oceanía. En ese contexto, ciertos países europeos, como España, están aumentando su participación como puntos de tránsito, pasando cargas de metanfetaminas europeas y mexicanas hacia todo el mundo.
Fuente insightcrime.org