
La Policía federal de caminos informó que el hombre se resistió al abordaje y que por lo tanto utilizó herramientas de baja letalidad, como el gas.
Según el sobrino de la víctima, testigo de la situación, su tío se puso nervioso cuando le pidieron que levantara las manos, tras lo cual los policías lo llevaron al baúl de la patrulla y lanzando gas pimienta adentro.
Luego, los policías lo llevaron a un hospital donde falleció al llegar.
El caso se suma a la conmoción general provocada por la matanza de 26 personas perpetrada esta semana por la Policía federal, la Policía caminera federal y la Policía militar de Río de Janeiro durante una operación contra el narcotráfico en una favela.
Ocho de los muertos no tenían vinculación con el crimen organizado.
El operativo fue celebrada por el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador Claudio Castro.
En este caso de Sergipe, el peritaje del Instituto Médico Legal indicó que la asfixia mecánica y la insuficiencia respiratoria aguda provocaron la muerte de Santos, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sergip, según la cadena Globo.
La policía federal depende del gobierno central y no de los estados.
La Orden de Abogados de Brasil (OAB), principal entidad defensora de los derechos humanos de Brasil desde los tiempos de la dictadura militar, condenó “cualquier tipo de violencia o de tortura”.
Fuente Ambito