Carles Puigdemont soltó ayer su último anclaje en la realidad y dio un delirante discurso de despedida como presidente de Junts, el partido que creó cuando se fugó a Bélgica tras haber declarado la independencia. Puigdemont nunca ha ganado unas elecciones al Parlament y hoy su partido es la tercera fuerza, con una candidata -Laura Borràs- que era la que él expresamente no quería. Ayer en Argelès no sólo se despidió un cobarde, sino un derrotado. Fue un discurso histérico, gritado, presentando a España como un Estado demoníaco que odia a los catalanes cuando en realidad ha sido el independentismo el que del modo más letal e insólito ha destruido el progreso, el bienestar y la convivencia de los catalanes. Mientras… Ver Más
Fuente ABC