El dispositivo de seguridad montado en torno al estadio Saint-Denis de París el sábado de la semana pasada falló de forma estrepitosa. El recuerdo que quedará en la mayoría de los millones de aficionados de todo el mundo que vieron el partido serán los 37 minutos que tuvo que retrasarse el comienzo de la final de la Champions, pero los miles de ciudadanos que acudieron al campo, entre ellos mujeres, personas de cierta edad y niños, nunca olvidarán las horas de tensión, angustia y miedo que pasaron. Hubo errores de previsión –se da por descontado que en este tipo de eventos siempre habrá grupos de maleantes que intenten hacer su agosto–, y de ejecución, pues es evidente que
los anillos de… Ver Más
Fuente ABC