
Una sorpresiva información difundida por WhatsApp desde el Ministerio de Desarrollo Productivo provocó este sábado una catarata de sucesos que terminaron con el pedido de renuncia del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas.
En ese mensaje se indicaba que “es IEASA (ENARSA), con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de IEASA”.
Además, acusaba a la firma de haber hecho una licitación “a la medida de Techint” para la provisión de materiales para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. En principio, según fuentes oficiales consultadas por Diario Mendoza Today, en la licitación de marras no intervinieron funcionarios “albertistas”, solo “cristinistas”, y todo se habría manejado de manera subrepticia, sin ninguna transparencia.
No obstante, antes de seguir, hay que responder lo obvio: ¿Qué es IEASA y quién la maneja? Se trata de la ex ENARSA, rebautizada Integración Energética Argentina Sociedad Anónima, que se convirtió en la empresa del estado más estratégica hoy por su rol clave en la política energética. Siempre sospechada de negocios tan millonarios como discrecionales, que van a parar a los bolsillos de La Cámpora.
Maneja una caja millonaria que está en manos de esa agrupación. Su titular, desde febrero del 2021, es Agustín Gerez, un santacruceño de 36 años que responde políticamente a Federico Basualdo, el subsecretario de Energía que el ministro Martín Guzmán nunca pudo echar. Su incorporación se sumó a la de los “cristinistas” Pablo González en YPF, y el neuquino Darío Martínez como secretario de Energía.
Puntualmente, IEASA es la empresa que se ocupa tanto de la compra de gas natural y su comercialización a nivel local, como de la producción y comercialización de energía eléctrica, y la ejecución de todas las obras de energía realizadas desde el Estado. Entre ellas, el proyecto “estrella” es la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que inauguró el presidente Alberto Fernández, pese a que la obra recién comenzaría en agosto.
Según publicó oportunamente el portal Infobae, IEASA tiene a cargo también, entre otras obras, la terminación del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) y la construcción de las demoradas centrales hidroeléctricas en Santa Cruz. Estas represas, rebautizadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic (por el ex gobernador santacruceño), deberían haber comenzado a producir energía a comienzos de 2020, pero quedaron trabadas en medio de cuestiones geopolíticas, técnicas y del financiamiento acordado con China.
“El proyecto fue estimado, hace seis años, en USD 4.714 millones pero fue interrumpido en los últimos dos. Desde entonces, el Gobierno argentino busca reactivar los desembolsos chinos, y en el medio, recibió a mediados del año pasado un pedido de salvataje financiero de $17.300 millones. La obra, liderada por la china Gezhouba, tiene como socios locales a Electroingeniería – cuyos ahora ex dueños son los empresarios kirchneristas Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra -, y a Hidrocuyo”, según Infobae.
Cual pulpo en materia energética, la empresa en manos de La Cámpora también maneja la comercialización de la energía producida por las represas de Yacyretá y Salto Grande, además de las interconexiones con Uruguay, Brasil y Paraguay.
La empresa estatal tiene bajo su órbita, además, la importación de cargamentos de gas natural licuado (GNL) para cubrir los picos de demanda invernales que llegan en barco. Se trata de una operatoria que en lo que va del año ya le implicó unos USD 800 millones por la compra de 9 barcos, y que explica gran parte del déficit en el balanza comercial energética que este año llegaría a USD 5.000 millones, según los expertos consultados por el portal Infobae.
A su vez, IEASA le compra gas natural a proveedores locales y a Bolivia a precio internacional, y lo vende en el país mucho más barato de lo que lo paga, por una decisión política de subsidiar las tarifas de los consumidores. Las empresas que producen gas en la Argentina reciben USD 4 por millón de BTU. Aproximadamente, la mitad del gas que IEASA importa se lo vende a CAMMESA a precio pleno para la generación eléctrica, y la otra mitad a precio subsidiado a las distribuidoras para que llegue a los usuarios residenciales con una tarifa de alrededor de USD 1,7 por millón de BTU, en tanto el resto es subsidiado por el Estado. IEASA le vende aún más barato el gas – por debajo de USD 3- a las distribuidoras patagónicas, que a las otras del resto del país.
Qué presupuesto maneja
“Al ser una empresa y no un organismo del Estado, puede hacer licitaciones más rápido y tiene más flexibilidad para cerrar contratos. Maneja mucho dinero y no tiene demasiado control”, le dijo a Infobae una fuente del sector.
El presupuesto asignado para este año es de USD 1.780 millones, luego de la última actualización presupuestaria, al no haberse aprobado el proyecto enviado por el Ejecutivo al Congreso. La cifra fue calculada por la consultora Economía & Energía, de Nicolás Arceo, en base a datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) y la Oficina Nacional de Presupuesto, tomando el tipo de cambio promedio para 2022 considerado por el Ministerio de Economía.
Sin embargo, todos los consultados por Infobae coincidieron en que el Presupuesto 2022 ya quedó desactualizado por la disparada de los precios internacionales del GNL y el petróleo. “Esa cifra es lo que está previsto hoy que reciba del Tesoro Nacional. Pero ya se sabe que no le va a alcanzar por el aumento del costo del gas licuado que llega en barcos”, señaló Arceo.
Fuentes del área de Energía del Gobierno le dijeron a Infobae que “el presupuesto se va asignando a medida que salen las instrucciones de compra. Lo oficial es una estimación preliminar que se va adecuando”,
En 2021, con Gerez ya como presidente de IEASA, la empresa estatal recibió un total de USD 2.084 millones, un 235% más que lo presupuestado originalmente para ese año: USD 623 millones.
Fuente Mendoza Today