El gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Naftali Bennett, ha decidido disolver la Knéset (Parlamento israelí) y convocar elecciones anticipadas.
Esta previsto que Bennett y su socio de gobierno, Yair Lapid, anuncien a las 20.00 horas su decisión de presentar una ley la semana que viene para disolver el parlamento.
Según los reportes, Lapid, actual ministro de Exteriores, asumirá la jefatura transitoria del Ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno tras los comicios adelantados, previsiblemente en octubre.
El gobierno de coalición cumplió el pasado 13 de junio su primer aniversario, encadenando una crisis tras otra, especialmente desde abril, cuando perdió su mayoría parlamentaria tras la deserción de Idit Silman, una diputada de Yamina, el partido nacionalista religioso de Bennett.
El partido árabe islamista Raam también congeló a finales de abril durante tres semanas su participación en el gobierno bajo el telón de fondo de los disturbios violentos de los palestinos en el Monte del Templo de Jerusalén durante el Ramadán, pero luego decidió reintegrarse a un Ejecutivo que lleva más de dos meses en la cuerda floja.
En las últimas semanas, se ha especulado mucho con la posibilidad de que otro diputado de Yamina, Nir Orbach, abandonara la coalición y se uniera a la oposición liderada por el partido Likud del ex primer ministro Benjamin Netanyahu.
El gobierno de coalición juró hace un año como el Ejecutivo más diverso de la historia del país, una amalgama de ocho partidos políticos de todas las tendencias -desde la derecha nacionalista, hasta la izquierda pacifista, pasando por la inédita inclusión de un partido árabe- que se unieron para derrocar a Netanyahu, tras 12 años consecutivos en el poder. EFE y Aurora
Fuente Aurora