El 22 de junio de 1986 no es un día más en la historia de Argentina. La selección nacional enfrentaba nada menos que a Inglaterra en el Mundial de México. Pero no era solo un partido de fútbol. La prensa patriotera se había encargado de presentar el encuentro como una especie de revancha de la Guerra de Malvinas. Una guerra que el discurso oficial pretendía invisibilizar, pero que reaparecía a cada rato en la memoria y el sentimiento de todos los argentinos.
Fuente Ambito