De la mano de dos sublinajes de gran contagiosidad —variantes BA.4 y BA.5— ómicron vuelve a colarse en las conversaciones, en las casas y también en los hospitales de la Comunidad gallega. Los partes de la última semana contemplan una escalada que ayer derivó en 689 personas ingresadas en planta y más de una veintena en las unidades de cuidados intensivos. La cifra habría hecho saltar todas las alarmas en escenarios pasados, pero con la población protegida con la triple dosis y los fármacos contra el Covid grave ya presentes en los centros hospitalarios, las sensaciones son otras. Lo explica el doctor Pedro Rascado, miembro del comité de expertos de la Xunta y jefe de Servicio de Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS). Para él, y preguntado sobre el minuto y resultado de una pandemia que vuelve a asomar la pata, «la percepción errónea fue pensar que el Covid desapareció cuando la mascarilla dejó de ser obligatoria. El Covid no ha desaparecido, ni parece que vaya a desaparecer. Lo que estamos viendo es un aumento de la transmisión relacionada con subvariantes diferentes y con la relajación de las medidas. Era previsible y es lo que está ocurriendo», introduce a ABC. Con el verano por delante, la realidad es que los más de 600 —con Covid o por Covid— ingresados en los hospitales de la Comunidad, suponen un aumento en la carga de trabajo que es «indiscutible tanto en planta como en las UCIS» y que, subraya el sanitario, «obligará a plantearse que no hay que asumir esa carga asistencial de manera puntual, sino de forma estructural, porque no parece que el virus vaya a desaparecer». Rascado razona su respuesta al indicar que pese a que el porcentaje de hospitalizados es menor gracias a la campaña de vacunación, la alta positividad de las últimas semanas (por encima del 50 por ciento e incluso rayando el 60) y la alta transmisión aparejada provocan que, aunque el virus sea poco letal, van a ser más los ingresados en el hospital. «Los virus mutan y van cambiando y lo que estamos viendo ahora es una variante de ómicron que parece que es más transmisible», asume el doctor. Las reinfecciones también están a la orden del día, con pacientes que incluso han desarrollado la enfermedad tres veces en los últimos meses, y los expertos aclaran que «el haber tenido ya una infección por Covid no te protege de nuevas infecciones, aunque sí es cierto que en las semanas siguientes el número de anticuerpos es alto y es menos probable. Esto, desagraciadamente, no es como una varicela o un sarampión». Lejos de lo que ocurrió los pasados veranos, con una normativa férrea sobre el uso de mascarilla y los aforos, estas prometen ser las vacaciones de las caras descubiertas, pese a los peligros que esta liberación puede implicar. Por eso, los profesionales médicos advierten que sigue habiendo situaciones en las que la relajación no es recomendable ni beneficiosa, aunque se descarte adoptar nuevas restricciones o limitaciones vinculadas con los aforos o la movilidad de las personas. «Una cosa son las medidas restrictivas que se toman en situaciones en las que existe riesgo de que la mortalidad pueda ser alta o se ponga en riesgo la asistencia en los hospitales, y otra es la parte del sentido común. Tenemos que ser capaces de entender que el virus va a seguir conviviendo con nosotros, que hay momentos en los que la transmisión va a ser más alta y que hay una población que tiene más riesgo». En este punto, el doctor Rascado apela a la «autoprotección individual y del que tenemos al lado». «Los que tienen alto riesgo tienen que tomar decisiones. No es solo que yo me proteja sino que también proteja a mi padre, a mi amigo o al inmunodeprimido, y eso es relativamente fácil usando una mascarilla» indica coincidiendo con la recomendación del Ministerio de Sanidad, que ante la nueva ola vuelve a aconsejar el uso de cubrebocas a la población general. Mejor no contagiarse
Algunos expertos defienden que el repunte de casos de las últimas semanas también tiene una lectura positiva, la de la bautizada ‘inmunidad de rebaño’, aunque Rascado reconoce que «si tuviera que responder con una palabra a esta cuestión sería que lo mejor es no contagiarse». «Es mejor no contagiarse que contagiarse, llevamos mucho tiempo buscando esa presunta inmunidad de rebaño pero lo que estamos viendo es que se producen reinfecciones y dentro de que probabilidad tras la vacunación de que la enfermedad sea grave es menor, yo sigo pensando que lo mejor es no contagiarse porque en lo que llevamos de pandemia no hemos logrado esa protección». Con una incidencia acumulada que supera los 1.000 casos por 100.000 habitantes a 14 días y miles de positivos sin diagnosticar ni comunicar, un altísimo porcentaje de los casos desencadenados por el contacto con los nuevos linajes se resuelve en el entorno domiciliario como un cuadro catarral más. Y esa, coincide el sector médico, es la principal diferencia con respecto a lo que pasó cuando cepas como la delta, la británica o la brasileña entraron por la puerta. Pendientes de un otoño en el que la cuarta dosis para mayores de 80 años —casi confirmada— podría derivar en una nueva campaña para la población global ante variantes más específicas, extremar las precauciones ante escenarios de riesgo se convertirá en el mantra de un verano en el que el virus volverá a viajar de maleta en maleta. El número de casos se ha disparado a lo largo de esta semana y llega a 15.600
En la última semana el número de casos activos no ha parado de crecer. El lunes eran 11.553 los comunicados por el Sergas, ayer llegaban a los 15.599, un 35 % más. La cifra está lejos de los más de 77.000 que se registraron en enero cuando irrumpió ómicron, pero hay que tomarla con cautela. Ya no es obligatorio guardar cuarentena si se está contagiado, ni se hacen pruebas a los contactos estrechos por lo que son muchos los que pasan el coronavirus en casa sin notificar que están enfermos. Algunos especialistas empiezan a hablar de octava ola «silenciosa» del Covid. En las últimas 24 horas, según los datos facilitados por el Sergas, se han detectado 1.632 positivos. Las plantas de los hospitales acumulan 667 ingresados con coronavirus, que son 24 más que un día atrás. El lunes había 594 personas. En la última jornada han bajado en cuatro los pacientes en las UCI, que se quedan en 22. La tasa de nuevos ingresos por 100.000 habitantes se mantiene en el 21,52 en Galicia, frente al 19,09 de la media nacional; mientras que en el caso de UCI sigue en el 1,52 y la ratio estatal se coloca en el 0,87. Galicia supera también la media en la incidencia acumulada a 14 días en mayores de 60 años, el único grupo sobre el que se aporta ahora este dato. El viernes pasado llegó a 1.126,27 casos por 100.000 habitantes.
Fuente ABC