El ministro de Defensa ruso Serguéi Shoigu “informó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Vladímir Putin, de la liberación de la República Popular de Lugansk”, indicó un comunicado del ministerio de Defensa en relación con esa región, cuya autoproclamada independencia el Kremlin ha reconocido.
El gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, dejó entender ayer que las fuerzas ucranianas estaban a punto de ceder Lisichansk, una ciudad que antes de la guerra tenía 100.000 habitantes.
“Los rusos se están atrincherando en un distrito de Lisichansk, la ciudad está en llamas”, dijo Gaidai en Telegram. “Están atacado la ciudad con tácticas inexplicablemente brutales”, añadió.
Consecuencias
La conquista de Lisichansk –si se confirma– permitiría a las tropas rusas avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, más al oeste, asegurándose prácticamente el control de la región, que ya estaba parcialmente en manos de separatistas prorrusos desde 2014.
Kiev, con todo, no se resigna. El vocero del ministerio de Defensa de
Ucrania, Yuriy Sak, señaló que la batalla por el Donbás continuará aun su cayera todo Lugansk, ya que “otras grandes ciudades en el área de Donbás, particularmente en la región de Donetsk”, todavía están bajo el control de su país.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Putin acusó a Ucrania de haber disparado tres misiles contra Belgorod, una ciudad rusa cercana a la frontera, hecho que causó la muerte de tres personas.
“Las defensas antiaéreas rusas derribaron tres misiles Totchka-U lanzados por nacionalistas ucranianos contra Belgorod. Después de la destrucción de los misiles ucranianos, los restos de uno de ellos cayeron sobre una casa”, dijo el portavoz del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
El gobernador de esa región, Viacheslav Gladkov, había anunciado antes la muerte de al menos tres personas en fuertes explosiones en esa ciudad.
Las explosiones dejaron además cuatro heridos, dañaron 11 edificios residenciales y 39 casas, afirmó Gladkov en la red Telegram.
Derrame
Desde el inicio de la ofensiva Rusia en Ucrania, el 24 de febrero, el Gobierno ruso ha acusado reiteradamente a las fuerzas ucranianas de llevar a cabo ataques en suelo ruso, especialmente en la región de Belgorod.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko –aliado de Putin–, afirmó también que su Ejército interceptó misiles lanzados desde Ucrania, en pleno auge de versiones sobre la creciente implicación de su país, aliado de Rusia, en la guerra entre sus dos vecinos.
“Nos provocan. Debo decir que hace unos tres días, tal vez más, trataron de bombardear desde Ucrania objetivos militares en Bielorrusia”, dijo Lukashenko. Sin embargo, este aseguró que no tiene intenciones de “combatir en Ucrania” porque eso llevaría a una escalada del conflicto.
El alcalde de Melitopol, Ivan Fedorov, una ciudad del sur de Ucrania controlada por las tropas rusas, anunció ayer que el ejército ucraniano puso “fuera de servicio” en la noche del sábado una base militar rusa en la ciudad.
Pedido de auxilio
Mientras tanto, los misiles siguieron cayendo en Ucrania, matando a decenas de personas. De hecho, el presidente Volodímir Zelenski citó seis ataques en su discurso diario a la nación a última hora del sábado.
“Feroces combates continúan a lo largo de toda la línea del frente en el Donbás”, dijo, y señaló también que “la actividad del enemigo en la región de Járkov se está intensificando”.
En Siversk, una pequeña ciudad de Donetsk, un habitante dijo que “los bombardeos continúan día y noche”.
Dos personas murieron y tres resultaron heridas -entre ellas dos niños- en un ataque contra la ciudad de Dobropillia, según las autoridades locales de Donetsk.
Las bombas cayeron también sobre propiedades residenciales en Sloviansk, en el corazón del Donbás, matando a una mujer en su jardín e hiriendo a su marido, dijo un vecino.
Fuente Ambito