Documento e información exclusiva: Organizaciones sociales prepararían disturbios y saqueos en La Matanza

Por Daniel Romero

Entre quienes estarían organizando los disturbios y saqueos se encuentran Juan Grabois, Luis D Elia y Emilio Pérsico, pero esos solo serian los mascarones de proa.

Hace unos días fueron allanados diferentes domicilios particulares y de sedes sociales de movimientos que manejan a su antojo a cientos de miles de pobres, que a su vez fueron siendo alejados de las escuelas hace ya muchos años. En esos allanamientos ordenados por la jueza federal en lo Criminal y Correccional de San Martín, Alicia Vence,   fueron secuestraron 50 mil dólares, 7 millones de pesos y otros tres en diferentes domicilios de la Corriente Clasista y Combativa. Cabe recordar que el “Presidente” Fernández los recibió junto a otras organizaciones y les dio su apoyo.

Si bien hay diferencias entre los dirigentes de los llamados “Movimientos sociales”, hay algo que los une y es la forma de financiarse mediante la quita de un porcentaje de las asignaciones que el estado les deriva para que sean ellos quienes, graciosamente las distribuyen.

Grabois levanto la voz cuando el “gobierno de Fernández” puso en duda la ejecución de una asignación universal que llevaría al desembolso de 1 billón de pesos que el estado no tiene, y ese fue otro condimento que buscaba complicar la relación de los movimientos sociales con Fernández, hasta ahora de fuerte apoyo a este.

Juan Grabois dijo: que puede darse un posible “estallido del pueblo pobre”.

La idea de la asignación universal nació en las penumbras del Instituto Patria siendo agitada por Grabois y otros, incluso por el “Cuervo” Larroque, ministro de Kicillof,  

Andrés “Cuervo” Larroque, hizo una dura advertencia sobre la situación del Conurbano bonaerense: “No da más y solo le damos aspirinas y ponemos curitas. Necesitamos que el cirujano opere con celeridad”.

“El verdadero ministro de Desarrollo Social es Emilio Pérsico, titular del Movimiento Evita, junto a Fernando “Chino” Navarro. Daniel Arroyo se fue por eso, porque el que lo maneja es Pérsico, que habla directamente con el presidente”.

En línea con CFK aseguro  que  hay “dejar de tercerizar los planes”. Esto es lo que genera convulsiones en el órgano más sensible de los “piqueteros”, el bolsillo, o mejor dicho “La Caja”. El kirchnerismo y La Campora buscan dejar de lado a las organizaciones sociales en esta distribución y dársela a los suyos, intendentes, gobernadores o  la propia Campora cercana a algunos Barones del conurbano.

Hoy, Total News tuvo acceso a un radiograma de la Policía de la Provincia que deja sin efecto cualquier tipo de licencia de oficiales a cargo de dependencias en toda La Matanza, el motivo seria los posibles saqueos que pretenden realizar estos movimientos sociales que ven en peligro el manejo de estas suculentas cajas y que complicaron, aun mas, la relación Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Fuentes policiales lo negaron, pero la política y nuestras fuentes en La Matanza y La Plata, dicen otra cosa.

El día de ayer se había implementado la siguiente orden: Buenos días a todos: informo: a partir de las 00 horas de hoy el ministerio de seguridad de la provincia de buenos aires dictaminó que la prevención de seguridad NO estará más en manos de la comisaría.

 Por ende les quitaron los dos móviles que tenían para ello y 4 personal policial para que vayan a integrar el Comando de Patrullas (quienes se encargarán de todo el patrullaje).

 Las comisarías a partir de ahora solo son entes administrativos (toma de denuncia, investigación, sumarios, etc.). Todo tendrá que pasar por el 911. Los operativos dependerán de la superioridad. Los comisarios de todas las dependencias de la provincia de Buenos Aires dejan de tener ingerencia en disturbios y o protestas. Pero, curiosamente, solo en La Matanza se suspenden las licencias de los jefes.

Claramente, Sergio Berni toma en sus manos este tipo de situaciones, algo muy en sintonía con el Instituto Patria, la otra sede de gobierno.

Pelea intestina del peronismo que recuerda, indefectiblemente, a las de los años 70, que llevaron al país a un caos incontrolable.