
Para la mayoría de los observadores, se trata más bien de una táctica para reconquistar a su electorado, que se ha ido reduciendo después de haber obtenido el 32% de los votos en las últimas elecciones legislativas en Italia (2018), lo que lo convirtió en el primer partido del Parlamento.
El jefe del movimiento, Giuseppe Conte, predecesor de Mario Draghi, apostó por que el todavía primer ministro siguiera gobernando sin él, para que su formación pudiera ganarse de nuevo el favor del electorado desde la oposición, de cara a los comicios de 2023.
Una apuesta que podría haber perdido, pues Draghi presentó inmediatamente su dimisión, pero el presidente de Italia, Sergio Mattarella, la rechazó.
La decisión final de Mario Draghi, que se prevé que anuncie el miércoles durante una intervención parlamentaria, podría desembocar en elecciones anticipadas este otoño boreal, un periodo en el que se suele adoptar el presupuesto.
Ataques de todos los frentes
El exprimer ministro Matteo Renzi, jefe del pequeño partido Italia Viva (centro), acusó al M5S de “destruirlo todo”, mientras que el exjefe de Gobierno Silvio Berlusconi (conservador), y el líder de la Liga Matteo Salvini (extrema derecha) denunciaron su “incompetencia e imprevisibilidad“.
Para Daniela Preziosi, periodista política del diario Domani, el origen de la crisis viene de la escisión orquestada por el ministro de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio, un firme defensor de Mario Draghi, que abandonó el mes pasado el partido del M5S junto con unos sesenta diputados.
El movimiento “ya no era el partido más grande dentro de la mayoría (gobierno) y, por lo tanto, se ha vuelto insignificante”, analiza.
Fundado en 2009 como una formación antisistema, el M5S vio su base electoral desmoronarse a lo largo de sus alianzas de gobierno, primero con la Liga y luego con la izquierda, lo cual desorientó a sus votantes.
Conte lideró dos gobiernos antes de tener que retirarse en 2021, privado de mayoría, en beneficio de Draghi, que luego se hizo cargo de un Ejecutivo de unidad nacional.
¿El final del M5S?
Por su parte, Di Maio acusó el domingo a Conte de “no haberse recuperado de haber tenido que abandonar el palacio Chigi”, sede del gobierno, y de “llevar a cabo una ‘vendetta’ política contra Mario Draghi”.
Tanto si el gobierno permanece en el poder como si no, “el M5S se radicalizará” para poder sobrevivir, predice Preziosi.
“Es por eso que la próxima víctima será Conte, un dirigente totalmente institucional que no puede dirigir un movimiento que vuelva a sus raíces ‘anti-establishment’“, apunta.
Giovanni Orsina, director de la escuela de gobierno de la Universidad Luiss de Roma, va aún más lejos: el Movimiento ha sido “un gran catalizador de descontentos que ha sido incapaz de transformar en un proyecto positivo. Y desapareció disolviéndose en el vacío”.
Fuente Ambito