
Periodista: ¿Cómo vive el regreso de este musical?
Roberto Peloni: Esa obra fue un salto en mi carrera. Pasaron siete años y hoy volvemos tras la pandemia y en esta crisis, lo que considero un regalo. Mi personaje es un villano, un gran desafío desde lo corporal porque estoy toda la obra de rodillas, y aunque me construyeron un artefacto para protegerlas del impacto, implica un trabajo aeróbico grande. Soy mitad humano mitad marioneta; además tengo un feedback constante con el público, es el único que rompe la cuarta pared y un villano que la gente ama.
P.: La directora señaló que la obra es para adultos y que los chicos la disfrutan.
R.P.: Me cuesta pensar en teatro para chicos o adultos, nunca trabajo en esa dirección. Hay varias líneas de lectura para las diferentes edades y quienes crecimos con esos cuentos, aprendimos a revisarlos. Eran cuentos terribles, como Pinocho, que en el original moría colgado de un árbol, eran crueles y de adulto uno entiende por qué. Hay cuestiones del pasado sobre una sola forma de amor, estereotipos, las princesas en una dirección, y cuando los cuentos asistieron a una revisión de época cobraron otra relevancia. Se añadió la noción del ser diferente como un don y ese sentido ofrecemos el 7 de agosto una función distendida y adaptada para personas con capacidades diferentes, autismo o déficit de atención. Lo hicimos antes y funcionó con éxito en el sentido del corazón, no monetario.
P.: Shrek habla de la inclusión.
R.P.: Sí, y lo hace de manera sólida y lúcida. Cuando hacía obras de Hugo Midón también aparecía una línea argumental que seguía el adulto, los padres hasta la terminan pasando mejor, cada uno se va con una historia. En la obra hay algo del bullying, de los prejuicios, pone en juego algo que hoy está más naturalizado, uno ve chicos de primaria con looks más relajados. Los freaks no son minoría. La obra se mete con los valores, las apariencias físicas, algo que con el tiempo se reforzó. Hay muchos guiños, la abuelita, el patito feo, están todos los excluidos de siempre que hoy no lo son tanto. Mi villano les quita sus tierras y los manda a vivir a un pantano, mientras una de las canciones dice que ser diferentes es un don.
P.: ¿Cómo ve la vuelta de grandes musicales en tiempos de pospandemia y suba del dólar?
R.P.: Tener la posibilidad de ofrecer espectáculos con calidad de un musical de Broadway es la excepción. La venta de entradas arrancó mejor de lo que se esperaba, y no creo que en lo inmediato aumenten los precios de tickets por el dólar como aumentan otras cosas, quizá se vea más adelante. Pero así como la función distendida no se hace para ganar dinero porque requiere mucho trabajo de varias áreas específicas, esto no se hace exclusivamente por plata. Hay mucha gente que no la vio, vienen muchos del interior, cuando se anunció explotaron las redes, así que creemos irá muy bien, pese a todo.