
De creer en lo que dice el autor de esta película, todo empezó con una novia que se fue a estudiar a Toulouse, el novio que fue a visitarla, ahí compró una videocámara de segunda mano y encontró que el dueño anterior se había dejado la memoria puesta, con unas cuantas imágenes de diversa época y lugar. El nuevo dueño le envió un mail y el otro le respondió contándole las circunstancias de cada grabación: paseos con los perros, vida familiar, un trabajo, otro trabajo, más singular, como chofer de la embajada francesa en Yaundé, capital de Camerún, y sus andanzas por esas lejanas tierras. El otro nos muestra todo eso e intercala con algunas imágenes de sus propias andanzas con la novia, y el aterrizaje nocturno de vuelta a casa.