El hombre, que se había contagiado en 1988, recibió atención médica en el centro integral de tratamiento para el cáncer en City of Hope, ciudad de California.
Se apuntó que el VIH daña el sistema inmunológico, lo que causa que el cuerpo tenga dificultades para combatir las infecciones.
“Cuando me diagnosticaron VIH en 1988, como a muchos otros, pensé que era una sentencia de muerte. Nunca pensé que viviría para ver el día en que ya no tengo VIH”, dijo el hombre en un comunicado.
Sin embargo, no recibió esa terapia debido al VIH, sino para tratar la leucemia que padece desde los 63 años.
El equipo médico decidió que el paciente necesitaba un trasplante de médula ósea para reemplazar sus células sanguíneas cancerosas. Por coincidencia, el donante era resistente al VIH.
El virus ingresa a los glóbulos blancos del cuerpo a través de una puerta microscópica: una proteína llamada CCR5. Sin embargo, algunas personas, incluido el donante, tienen mutaciones de la CCR5 que cierran la puerta y evitan la entrada del VIH.
El paciente fue monitoreado de cerca después del trasplante y los niveles de VIH se volvieron indetectables en su cuerpo.
“Nos emocionó informarle que el VIH está en remisión y que ya no necesita tomar la terapia antirretroviral que había recibido durante más de 30 años”, dijo la doctora Jana Dickter, especialista en enfermedades infecciosas.
Esto ocurrió por primera vez en 2011, cuando Timothy Ray Brown, conocido como el “paciente de Berlín”, se convirtió en la primera persona en el mundo en curarse del VIH. Brown terminó muriendo de cáncer en septiembre de 2020.
Fuente Ambito