El papa Benedicto XVI, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en unos 600 años en renunciar voluntariamente, visitó L’Aquila cuatro años antes de dimitir. En el pasado, Francisco también ha elogiado el valor de Benedicto.
Cuando el Vaticano anunció en junio el viaje de Francisco a L’Aquila para inaugurar una “fiesta del perdón” anual, alimentó especulaciones de que una conjunción de eventos -incluyendo la creación de nuevos cardenales el sábado y reuniones que se realizarán hoy sobre la nueva constitución del Vaticano- podría presagiar una renuncia.
Definición
Sin embargo, en una entrevista concedida a Reuters el mes pasado, Francisco, de 85 años, se rió de la idea, diciendo que “nunca se me había ocurrido”, aunque dejó abierta la posibilidad de que pudiera dimitir por motivos de salud en un futuro lejano.
En la homilía de una misa para miles de personas en una céntrica plaza, Francisco señaló que en “La Divina Comedia”, Dante Alighieri condenó a Celestino por haber llevado a cabo lo que el poeta medieval llamó “La gran negativa”.
Pero Francisco, que rezó en silencio ante la tumba de Celestino, dijo que al renunciar al poder, este demostró la fuerza que proviene de la humildad.
“A los ojos de los hombres, los humildes son vistos como débiles y perdedores, pero en realidad, son los verdaderos ganadores porque son los únicos que confían plenamente en el Señor y conocen su voluntad”, dijo Francisco.
Agencia Reuters
Fuente Ambito