Quizá la directora de esta película, Jimena Monteoliva, se haya formado escuchando discos de Black Sabbath y Iron Maiden, y hasta probablemente haya creido que poniendo los vinilos al revés aparecían mensajes satánicos. Lo cierto es que, a su favor, se puede decir que ha creado la primera película de terror heavy metal criollo. Según el guión en el que participó el director de “Diablo”, Nicanor Loreti, una joven metalera ha ido a vivir a una casa en medio de la nada junto a su abuela muda, cuando en el pueblo toca una banda heavy que se pinta la cara al estilo Kiss, aunque más siniestro.