“Cuando íbamos a estudios de otra gente, siempre sentíamos una especie de presión respecto de los tiempos porque tenés que irte a determinada hora. Y cuando Dream Theater hace música y edita un álbum, nos lo tomamos con mucha seriedad e invertimos el tiempo que sea necesario para obtener los resultados que realmente queremos”, sostuvo el músico.
El tecladista que comparte agrupación con el guitarrista John Petrucci, el bajista John Myung, el cantante James LaBrie y el baterista Mike Mangini, añadió que “tener nuestro propio lugar hace que eso sea mucho más fácil y que la concentración sea mucho más fuerte. Y creo que eso se refleja de todas las maneras posibles en el nuevo disco, que está todo tan cuidado: desde el tono de la guitarra, el sonido del teclado, la batería y el bajo, los micrófonos. Es el estilo de Dream Theater de hacer las cosas, de una forma muy seria y ciertamente profunda. Por lo que tener el nuevo estudio es genial”.
Tras pasar por Rock in Río donde compartió cartel con Iron Maiden y Sepultura, Dream Theater recalará en el estadio del barrio de Villa Crespo como parte de su gira internacional “Top of the World Tour”.
El conjunto pionero del metal progresivo viene de ganar su primer Grammy por su tema “The Alien”, corte de su último disco, y volverá así a presentarse en Buenos Aires, donde en 2012 grabó con video “Live at Luna Park”, editado un año después, y en donde estuvo por última vez en diciembre de 2019.
Télam: Con la gran base de fans argentinos, ¿tienen buenas expectativas para el próximo show? ¿Hay buenos recuerdos de recitales anteriores?
Jordan Rudess: Tenemos una conexión muy especial: hicimos el concierto-película en el Luna Park. No hacemos en cualquier lugar del mundo ese tipo de producciones, así que por algo fue que elegimos Buenos Aires, teníamos motivos. Porque los fans son geniales allí, increíblemente comprometidos y venían disfrutando nuestra música desde hacía mucho tiempo. Nos iba bastante bien ahí. Los conciertos allí son muy recordados porque el público es muy apasionado y cuando recuerdo esos momentos, me dan muchas ganas de volver a tocar.
T: Para una banda de renombre que le llevó un par de décadas ser reconocida con un Grammy, recientemente, ¿le da lo mismo ese tipo de galardones mainstream, siendo que hacen un género que no lo es, o sí le importa ganarlo?
JR: Estamos muy muy contentos por el Grammy. No tenemos problemas con tener ese reconocimiento en el mainstream. Creo que es genial, después de todos estos años. No significa que hagamos música mainstream sino que más gente nos conoce y ese ambiente está al corriente de Dream Theater, eso es maravilloso. Y una de las mejores cosas sobre ganar el Grammy es que siento que quizá eso abre la puerta para que otras bandas que están en nuestro género de metal progresivo, o música progresiva e incluso otros que no son tan conocidos, puedan ser reconocidos también. Así que ojalá que sea un comienzo para posibilitar que sean reconocidos otros músicos geniales que conocemos del ámbito progresivo. Pero para Dream Theater en particular, estábamos completamente afuera de la movida de los Grammy, no estábamos apuntando ahí en absoluto. Estábamos muy separados de todo eso y pensábamos que nunca iba a ocurrir, que eso estaba en una punta y nosotros en la otra. Pero ocurrió que recientemente, en los últimos doce años, dijimos “¿por qué no tratamos de exponernos un poco a eso y mostrarnos por ese lado para ser reconocidos?”. Y desde entonces empezamos a recibir nominaciones. Así que es genial, no te puedo decir que no me importó, me parece que es algo que está buenísimo porque más gente conoce a Dream Theater ahora y es el tipo de cosa que puede abrir un montón de puertas. Es lo primero que cualquiera pondría en su currículum, así que no podría decir que es algo malo.
T: ¿Cómo te llevás con en nuevo mainstream musical, dominado por el reggaetón y el trap?
JR: Ni siquiera tengo idea de lo que es eso. Estoy seguro de que lo habré escuchado pero no sabía que le llamaban así. Me gusta estar al tanto de los diferentes sonidos y estilos, no soy un músico que ignora las nuevas fusiones. Creo que es genial que la gente encuentre nuevas manera de combinar las cosas. Al mismo tiempo, para mí hay otros elementos para incorporar a la fusión de lo que es un grupo como Dream Theater o la experimentación que yo mismo querría hacer.
T: ¿Cómo llevaron el tema del aislamiento durante la pandemia en términos creativos?
JR: Tuve un momento muy productivo durante el aislamiento. Empecé una cuenta de Patreon, que es un servicio que permite a los artistas aproximarse con más cercanía a sus fans, y organicé algo por ese lado junto a mi esposa, que es productora y me ayudó mucho. Tuvimos un montón de transmisiones exclusivas en vivo muy entretenidas, en las que tocaba el piano y sintetizadores. Estuvo muy bueno el contacto con los fans en todo el mundo. Aún hoy cuando estoy de gira les comparto algunos materiales. Me gustó mucho armar todo eso. Para cuando nos volvimos a juntar con la banda tras el confinamiento, sentí que ya había sido suficiente encierro y que ya era tiempo de volver al estudio
T: ¿Qué estuviste escuchando últimamente? ¿Alguna banda nueva para destacar?
JR: Hay una nueva banda de rock progresiva que estuve escuchando recientemente, Wilderun, que es muy buena. También, no en el ámbito del rock progresivo, estuve expuesto hace poco al multipremiado disco del dúo Silk Sonic (conformado por Bruno Mars y Anderson Paak), incluso los fui a ver a Las Vegas y estuvo buenísimo.