“Es el final de una era. Junto con el pueblo israelí, lamento su pérdida y extiendo mis más profundas condolencias al pueblo británico”, señaló el presidente israelí Isaac Herzog.
La reina Isabel II ha muerto a los 96 años, anunció el Palacio de Buckingham. El príncipe Carlos ya es el nuevo rey, y permanecerá en el castillo de Balmoral junto a su esposa Camila, hasta regresar mañana a Londres.
El palacio de Buckingham, residencia oficial en Londres de Isabel II, ha bajado la bandera británica a media asta tras anunciarse noticia.
«La reina murió en paz en Balmoral en Escocia esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana», reza el comunicado difundido por Buckingham.
Isabel II gozó del reinado más longevo en la historia de su país, y uno de los más largos del mundo, tras haber celebrado este mismo año las siete décadas como monarca, su Jubileo de Platino.
Sus doctores habían anunciado esta misma mañana que había sido colocada bajo supervisión médica tras haber sufrido un deterioro de su salud, al tiempo que se mostraban «preocupados» por su estado.
A lo largo del día, los diferentes miembros de la Familia Real se trasladaron de urgencia a Balmoral para dar su último adiós a la reina.
Miles de personas se congregan ya en torno a Buckingham, en el centro de Londres, donde se espera que en breve se coloque un anuncio con información sobre la defunción, como parte de un detallado protocolo para despedirla con todos los honores.
La muerte de la soberana, que el pasado martes recibió a la nueva primera ministra británica Liz Truss, sucedió en Escocia. Esto significa que los primeros actos se celebrarán allí, conforme a la llamada operación Unicornio, tras lo cual sus restos mortales serán trasladados a Londres para proceder al funeral del Estado.
Está previsto que se organice en Londres una capilla ardiente con el féretro de la reina para que los ciudadanos puedan despedirse de ella, aunque todavía no se ha informado si también se realizará previamente lo mismo en Edimburgo, la capital de Escocia, antes de ser trasladada a Londres.
«En nombre del Gobierno y el pueblo de Israel, envío mis condolencias a la Familia Real y al pueblo del Reino Unido por el fallecimiento de Su Majestad la Reina Isabel II. Ella deja un legado incomparable de liderazgo y servicio. Que su memoria sea para bendición», señaló el primer ministro israelí, Yair Lapid, a poco de conocerse la noticia.
Por su parte, el presidente israelí Isaac Herzog señaló que «es el final de una era. Junto con el pueblo israelí, lamento su pérdida y extiendo mis más profundas condolencias al pueblo británico y a todas las naciones de la Commonwealth, que han perdido a su matriarca. Mi difunto padre y mi madre tuvieron varias audiencias con la Reina a lo largo de los años. Su cálida bienvenida y su cálida hospitalidad dejaron una profunda impresión a lo largo de generaciones.»
Con información de EFE.
Fuente Aurora