Según las fuentes, los médicos que revisaron el cuerpo en la escena del crimen estimaron la data de muerte en unas 72 horas antes del hallazgo del mismo, ya que el cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición.
A su vez, los peritos advirtieron marcas en el cuello compatibles con un mecanismo de asfixia, aunque en el lugar no se halló ningún elemento tipo lazo.
De todos modos, los investigadores aguardan para las próximas horas los resultados de la autopsia para confirmar la data y la causa de la muerte.
En principio, el homicidio pudo haber sido cometido el miércoles pasado, lo que coincide con los días en que la familia de Schiavo no tuvo noticias de él.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que la víctima conocía al asesino dado que los ingresos al departamento no estaban violentados.
Por su parte, el juez de la causa, Luis Schelgel, dispuso que en las diligencias intervenga personal de la Policía Federal Argentina (PFA).
El crimen fue descubierto ayer en un edificio ubicado en avenida General Las Heras al 1900, de Recoleta, adonde efectivos de la Comisaría Comunal 2 de la Policía de la Ciudad acudieron tras ser alertados de que una persona que residía en el lugar no respondía a los llamados.
Una vez en el lugar, los policías se entrevistaron con un sobrino de Schiavo que denunció que hacía varios días no tenía noticias de su tío.
Ante esta situación, los efectivos y el sobrino ingresaron al departamento del hombre y advirtieron un desorden generalizado, con cajones revueltos y elementos tirados en el suelo.
Luego, los policías se dirigieron a la habitación y encontraron Schiavo muerto sobre la cama, con marcas en su cuello.
A raíz del hallazgo se convocó a una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) del hospital Fernández, cuyos profesionales constataron la muerte del hombre de 81 años.
Fuente Ambito