Por Eduardo Paladini
Es un estudio de la consultora DC. La comparación con Macri y la fórmula con Massa.
A poco menos de un año de las PASO presidenciales, que marcarán el inicio del cambio o la continuidad en la Casa Rosada, las consultoras intentan monitorear el escenario electoral de diferentes maneras. Miden intención de voto por espacio, por candidato, preguntan por su piso mínimo de apoyo y por su rechazo, tantean fórmulas. En ese camino de búsqueda y en un escenario complejo, por los vaivenes de la política y porque las encuestadoras vienen de errar feo en 2019, se suma ahora un estudio nacional con preguntas distintas que apuntan a lo mismo: testear la motivación del voto. Y en ese termómetro, a Cristina Kirchner no le fue bien.
DC Consultores, una firma chica que viene difundiendo sondeos locales de La Plata, Neuquén, Salta, San Juan, Entre Ríos, y eventualmente suma trabajos nacionales como el actual.
Se trata de un estudio de 1.700 casos a dispositivos móviles, relevados entre 8 y 11 de septiembre, con +/- 2,5% de margen de error. Combina preguntas sobre actualidad, con eje en el atentado a la vicepresidenta, y otras de cara al 2023.
De entrada, sin entrar en el terreno de las urnas, ya se ve el rechazo al oficialismo. Un ejemplo: cuando preguntan qué sensación le produce el Gobierno, las tres primeras respuestas son “hartazgo” (31,5%), “indignación” (22,5%) y “desilusión” (19,7%).
Datos electorales y la incómoda nube de palabras
Al igual que otras consultoras, DC también hace algunas nubes de palabras, a partir de un interrogante en particular. En este caso, indaga sobre “cuál es el político que más daño le hace a la Argentina”. Gana la vice, por lejos.
La última encuesta nacional de DC y una nube de palabras incómoda, con Cristina Kirchner en el centro del debate.
Respecto al escenario electoral, como se anticipó, se concentra en la motivación del voto. Y en todas las respuestas, el debe queda del lado del oficialismo. Ante el planteo binario de cambio o continuidad, por caso, el primero prevalece abrumadoramente: 82,6% a 17,4%.
Cuando se presenta un escenario hipotético de elección para dentro de un mes y se pregunta por la motivación, prima el deber ser: un 38% dice que votará “ideas”. Pero en la lógica de la grieta, el 23,1% responde que votará “para que no gane Cristina” contra 6,9% que “no quiere que gane Macri”. Punto en contra para los K.
Más duro para el Gobierno todavía es cuando profundiza sobre las motivaciones para votar eventualmente al kirchnerismo. El 74,5% se planta: “Ponga a quien ponga no lo voto”. De los que sí lo harían, un 14,1% asegura que apoyaría una fórmula “Cristina-Massa”, un 7,8% a un “gobernador peronista” y apenas un 3,6% a la misma combinación de 2019 (Alberto-CFK).
El consuelo para la vice aparece en el final del estudio, cuando se mide lo que se conoce como pisos y techos electorales de los candidatos. Cuál es el voto mínimo del que parten y cuál es su rechazo. Allí, Cristina confirma lo que vienen mostrando todas las encuestas: aun en caída, la ex presidenta es la que más suma en el Frente de Todos.
En la tabla de DC, Cristina figura con 17,9% de “voto seguro”, 6,8% de “voto probable” (techo de 24,7%), pero con un rechazo de 75,4% que “nunca la votaría”. Dentro del oficialismo la sigue Sergio Massa, con 8% / 20,3% / 71,7%; y Alberto Fernández con 4,1% / 20,5% / 75,4%.
En la oposición, los mejores son Patricia Bullrich (26,2% de “voto seguro”, 34,6% de “voto probable” y 39,2% de “rechazo”) y Horacio Rodríguez Larreta (21,6% / 42,7% / 35,7%).
Fuente Clarin