El próximo desdoblamiento cambiario se dará en un escenario de alta inflación, cepo cambiario y dificultades para importar que ya dan muestras de acotar el nivel de actividad.
Por Daniel Fernández Canedo
Sergio Massa en la planta de Ford antes que se desatara el conflicto por los neumáticos.
“Es algo que estamos conversando” dijo Fernanda Ávila y abrió la puerta a que el gobierno genere un “dólar minería” para favorecer las exportaciones del sector y contribuir a fortalecer las reservas del Banco Central.
null
La posibilidad abierta por la Secretaria de Minería se suma a las ya insistentes versiones de que el ministro Sergio Massa estudia encarecer el dólar turista para desalentar los viajes y gastos en el exterior, conocido como dólar Qatar una vez que a fin de septiembre concluya el mecanismo del dólar soja.
Massa se anotó un punto a favor subiendo de $ 140 a $ 200 la cotización del dólar oficial para que productores y exportadores de soja aprovechen a liquidar US$ 7.000 millones sumando así reservas para el Banco Central y como respuesta a que no haría un salto cambiario.
El esquema de “desdoblamientos sucesivos” para favorecer la venta o ahorrar dólares entra a las puertas de octubre en una nueva etapa.
Mientras en el mercado financiero gira la pregunta sobre si Massa está gestando un plan estabilizador como respuesta a una inercia inflacionaria imparable (todo se indexa más rápido a valores más altos) y su equipo niega esa posibilidad por carecer de respaldo político en la coalición gobernante, la inflación hace su trabajo.
El gasto público total crece 73% mientras el gasto previsional lo hace en 62% licuando las jubilaciones y contribuyendo a un cambio acelerado de los precios relativos en una carrera inflacionaria con distorsiones evidentes.
La secretaria de Minería Fernanda Ávila, en el ciclo Democracia y desarrollo organizado por el Diario Clarín en el Malba. Foto: Andres D’Elia
La Argentina hoy es un país en el que la mayoría de los jubilados gana unos US$ 150, un traje de marca para hombre que en Europa se consigue a US$ 120 dólares acá se vende a más de US$ 200 y con lo que se paga una cubierta para un auto mediano se podrían comprar cuatro en Estados Unidos.
El panorama para octubre
El desfasaje de tipo de cambio-inflación replantea el escenario para octubre que, en principio, tiene cuatro características.
La liquidación de soja bajaría sensiblemente, a menos que vuelva algún tipo de devaluación sectorial. Las primeras estimaciones indican que las liquidaciones del sector agroexportador alcanzaría los US$ 1.500 millones.
Jugará a favor del ahorro de divisas una sensible reducción de las importaciones de energía que en agosto superaron los US$ 2.000 millones, en septiembre habrían bajado a US$ 1.300 millones y el mes próximo podrían rondar los US$ 300 millones.
Un rubro por el que el gobierno buscará ahorrar será el del turismo y los gastos con tarjeta por compras en el exterior. Sobre estos ya redujo de US$ 3.000 a US$ 1.000 el cupo mensual y el encarecimiento en el “dólar Qatar” haría el resto.
El cuarto punto, y muy polémico, es el cierre del cepo para el pago de importaciones que está afectando a muchos comercios e industrias y al nivel de actividad.
La conjunción de alta inflación, cepo cambiario y dificultades para importar ya dan muestras de acotar el nivel de actividad de la segunda parte del año.
Los datos oficiales sobre la estimación de la actividad económica en julio muestran un crecimiento de 5,6% con una desaceleración respecto al 6,5% de promedio de los primeros seis meses del año.
El esquema que lleva adelante Massa (plan “lo vamos viendo”, “aguante”, “siga, siga” “llegar” o cómo se lo quiera denominar) enfrenta dos limitaciones significativas.
Una de ellas es la imposibilidad de bajar de 100% la brecha entre el dólar oficial ($146) y los dólares libres que giran en torno a los $ 300. Con esa diferencia resulta muy difícil pensar en moderar la inflación.
Jose Ignacio Mendiguren, secretario de Industria y Desarrollo Productivo. Foto: Guillermo Rodriguez Adami
Con una escasez manifiesta de divisas y el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Ignacio De Mendiguren”, proclamando “estamos desesperados por los dólares” es lógico que los agentes económicos se mantengan a la expectativa de medidas tratando der adivinar cual será el próximo “desdoblamiento” cambiario.
Panorama mundial
La otra novedad es el cambio violento del escenario económico a partir de la suba de 0,75 puntos que Estados Unidos dispuso en la tasa de interés de referencia para combatir su inflación que a agosto alcanzó un 8,3% anual.
La suba de la tasa volvió a fortalecer el dólar a nivel mundial fue resonante la caída de la libra esterlina y de las principales monedas de occidente a la vez que se debilitaron los precios de las materias primas.
La libra esterlina sufripo una resonante caída ante el fortalecimiento del dólar. Foto: EFE
El nuevo escenario complica los países emergentes endeudados y vendedores de materias primas y es en el que deberá desenvolverse una Argentina con tipo de cambio atrasado frente a la inflación y ahora tambien frente a sus competidores.
En el gobierno insisten en que no recurrirán a una devaluación porque eso desataría un nuevo salto inflacionario y en tren de esa creencia es que vuelve a ofrecer bonos duales ( lo que más rinda entre la inflación y la suba del dólar oficial) en una licitación para conseguir fondos para el Tesoro.
El mensaje de ofrecer un bono atado a la devaluación es que el gobierno insistirá en mantener el esquema cambiario actual. ¿O será porque un seguro de cambio es lo que más demandará el mercado en los meses por venir?
Fuente Clarin