Por Rodolfo Lara
El gobernador quiere ver los resultados de la investigación judicial y la de Asuntos Internos de la Bonaerense sobre el accionar policial en La Plata donde hubo un muerto.
Sergio Berni seguirá como ministro de Seguridad bonaerense hasta que terminen las investigaciones que lleva adelante la Justicia local así como la de Asuntos Internos de la fuerza policial, sobre la trágica represión en el estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata.
“Hoy está a cargo”, señalan cerca de Axel Kicillof quien quiere ver el avance de esas dos áreas investigativas y allí, definir la suerte final del médico y militar. El gobernador y su ministro estuvieron en línea tras la suspensión del partido Gimnasia-Boca y se reunieron en la madrugada de este viernes para evaluar el caso, en el que murió un hincha del equipo platense por problemas cardíacos.
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El Ministro de Seguridad bonaerense se refirió a la represión policial y dijo que “el responsable es el jefe del operativo de seguridad”.
No es sencilla la ecuación para del gobernador. Nunca tuvo reemplazante a mano y plan de Seguridad alternativo. Su primera reacción fue ordenar la separación del jefe del operativo policial, comisario Juan Corbalán. El corte de sanciones podría llegar a un plano jerárquico superior de la Departamental La Plata, pero el objetivo es poner techo a las responsabilidades en la fuerza. Más allá de esos niveles, la afectación sería política e institucional.
Kicillof se encargó de explicitar que él ordenó la suspensión de Corbalán. Lo hizo con un comunicado oficial. Una forma de mostrar control sin riesgos subsidiarios. Para esa tarea está Berni, quien se adelantó en explicar “no soy responsable de lo que pasó”. Hizo algo más: “Mi renuncia está todos los días a disposición del gobernador, pero acá hay responsables que tenían una función de llevar adelante el operativo que no ha sido bien resuelto”. A esta altura de los acontecimientos, una formalidad más que un acto de conciencia.
Ambos esperan transitar el fin de semana largo con menor estridencia que este viernes, cuando aún está próximo el bochorno por la dimensión de los hechos, que incluyen un muerto y centenar de heridos por los gases lacrimógenos y los disparos con postas de goma.
Berni atribuyó al sistema ilegal de reventa de entradas o tickets de favor que colmó la capacidad del estadio y dejó gente afuera, muchos de ellos socios que tienen el ingreso habilitado. Concuerda el director de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Eduardo Aparicio, al estimar que la cantidad de personas que intentaban ingresar con sus entradas al estadio cuando ya estaba colmada la capacidad, pasaba las 8 mil.
En esa trenza incontrolable entran dirigentes, barras y una fauna habitante del fútbol. Berni se encargó de machacar sobre este desperfecto del deporte más popular de la Argentina. E incluso de encargó de comparar esa borrosa realidad con el reciente partido de Los Pumas “donde sólo había 50 policías y no pasó nada, o el recital de La Renga con miles de personas” con mínima custodia
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El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Foto Télam
El pellejo de Berni
El fútbol profesional esta en manos de mafias. Berni lo ratifica. “Todo el mundo lo sabe. Yo no tengo pruebas, si no las presentaría”, se puso a resguardo. Y es el ministro de Seguridad del principal distrito del país.
Como sea, por ahora su preocupación es salvar el pellejo. Y evitar que el oleaje de críticas no suba un escalón y llegue al gobernador. Habrá sumario de Asuntos Internos del ministerio para juzgar la conducta de la oficialidad a cargo del operativo y castigar a los agentes excedidos en sus funciones. Entre ellos el policía que le disparó al camarógrafo de TyC, cuando filmaba el tumulto en la puerta del Juan Carmelo Zerillo.
Según la administración de Kicillof, es “inadmisible” que “miles de platenses hayan tenido que vivir lo que vivieron y más aún, que se produjera el lamentable hecho de que César Regueiro perdiera la vida en el marco del encuentro. Mientras la Justicia investiga si las condiciones de ingreso al estadio pudieron estar alteradas por una sobreventa de entradas, es evidente que el operativo realizado no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron”, amplía el comunicado.
Puertas adentro del ministerio de Seguridad evalúan contingencias domésticas, que pudieron afectar el desarrollo del operativo. Hace 72 horas, el comisario Sebastián Perea asumió la titularidad de la Jefatura Departamental La Plata, en remplazo de Diego Galarza con traslado al ministerio con mayor función. Perea es un oficial con experiencia de calle y operativos, pero a veces las órdenes, previsiones o protocolos se “descalzan” por intereses subalternos. Pases de facturas, disconformidad por las horas cores u otras alternativas propias del servicio.
El sancionado Corbalán está en el eje de la interpelación. Kicillof habló de “profesionalidad” como requisito de la fuerza. La cuestión no aparece tan aséptica, como una academia. Por las dudas, Berni aclara: “Acá no hay mano negra. No supieron resolver una situación imprevista. La Policía no tuvo la capacidad de resolver una situación crítica”.
Existen otras suspicacias en la dirigencia del fútbol local. En 45 días debería realizarse una elección en Gimnasia para renovar autoridades. No se sabe si el actual presidente, Guillermo Pellegrino, presentará candidatura. Quedó lesionada esa aspiración con los episodios del jueves.
Si Berni supera el apremio del momento, le espera una eventual interpelación de la oposición parlamentaria en la Legislatura. Acaba de ingresar un pedido de comparecencia informal en la Cámara de Diputados. Un trámite para el ministro, menos traumático que un acuartelamiento o un desmadre represivo en un partido de primera división.
Fuente Clarin