Mientras el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, se saca fotos yendo de tapas en Madrid y abre bares con sus amigos, los profesionales de los nosocomios de la provincia denuncian el total abandono y advierten: “Así, no podemos trabajar más”.
La situación de los hospitales de la provincia de Buenos Aires alcanzó niveles insospechados de precariedad. Los trabajadores del hospital San Martín de La Plata denunciaron que, a diario, se quedan directamente sin luz. Los salarios arrastran a los médicos a la pobreza y los más jóvenes optan por emigrar a sanatorios privados. Mientras tanto, la respuesta que reclaman del ministro Nicolás Kreplak pareciera no llegar.
Las guardias de los hospitales Rossi y San Roque de Gonnet se pronunciaron “colapsadas”. El fenómeno, sin embargo, no ocurrió por un aluvión de pacientes, sino por la falta de personal y aparatología.
“Estamos mal. El hospital de Niños de La Plata es un hospital escuela, cuna generadora de los mejores pediatras del país. Por lo general, los cupos de las residencias se cubren siempre, en su totalidad. Este año, de veinticinco cupos libres sólo se cubrieron cuatro”, aseguró Zulma Fernández, jefa del servicio de clínica médica.
“Hemos formado profesionales altamente capacitados, y los chicos jóvenes que dejan sus residencias nos suelen dejar muy bien parados. Sin embargo, no se quedan, porque el sueldo promedio es de 130 mil pesos. La provincia de Buenos Aires está así, nos sentimos devastados”, confesó.
Días atrás, una médico de guardia del hospital de Niños Sor María Ludovica no aguantó más y publicó un duro descargo en las redes, que rápidamente se hizo viral. En el mismo, Magdalena Rebollo aseguró: “¡No damos más! Este problema viene desde hace muchos años. Nos fueron precarizando gradualmente y ya ni siquiera contamos con recurso humano. ¡Que se entienda la gravedad! Tenemos que decirle a una madre que no se va a operar la hernia de su hijo porque no hay turnos, que sólo podrá ingresar a quirófano si esa hernia se complica, ¡y que ingresará por la guardia! Durante años, sin guardia de endoscopia, ¡y con nenes que se tragaron una pila! Tenemos que decirle al padre: ‘Vamos a rezar para que no se perfore, y mientras te derivo al Posadas’. Internamos nenes en pasillos o en sillas porque no hay camas. No hay limpieza, los pocos que están también son explotados. No hay personal de enfermería porque, como nos pasa a nosotros, necesitan el pluriempleo”, aseguró.
El descargo continuó: “Hace dos semanas una madre casi le pega a una cirujana, llena de ira y desesperación porque su nene estaba en estado crítico (peritonitis) y no lo podíamos ingresar al quirófano porque no había anestesia y había que derivarlo. Y podría estar hablando horas y horas, y no hablo pavadas. ¡Es la salud de los pibes, mierda!”.
La situación se extiende a lo largo de toda la provincia y los nosocomios de la capital bonaerense son los principales testigos. “Nuestras guardias se colapsan porque vienen pacientes de Berazategui, Berisso, Romero, Lobos, porque tampoco encuentran respuestas en su municipio. Estamos agonizando, ¡No podemos trabajar más así!”, aseguraron desde el Sor María Ludovica.
A pesar de los constantes reclamos de los profesionales de la salud y de la acuciante situación que viven los pacientes que recurren a los nosocomios bonaerenses, el ministro Kreplak pareciera destinado a un sospechoso anonimato. Las últimas novedades sobre el titular de la cartera de Salud fueron cuando se fue de viaje a Madrid a un curso de formación y, más recientemente, cuando decidió abrir el Sputnik Bar sin la habilitación correspondiente, haciéndolo pasar como un centro cultural.
Fuente Realpolitik