Políticos israelíes criticaron duramente a, Bezalel Smotrich, líder del partido ultraderechista Sionismo Religioso, quien culpó al servicio de seguridad Shabak de ser el responsable del asesinato del extinto primer ministro Itzhak Rabin.
Las críticas provinieron tanto del gobierno saliente como de diputados que se estima que integrarán la coalición de Benjamín Netanyahu.
Los críticos de Smotrich lo acusaron de difundir teorías conspiratorias y de dañar la reputación de la agencia de inteligencia.
El diputado Avi Dichter, del partido Likud, quien encabezó el Shabak entre los años 2000 y 2005, condenó duramente las palabras de Smotrich señalando que “no tienen contacto con la realidad”.
“Ese tipo de comentarios dañan la buena reputación de la organización y de su personal que trabaja día y noche para proteger a los ciudadanos de Israel”, manifestó Dichter.
Rabin fue asesinado por Yigal Amir, un extremista judío de derecha, el 4 de noviembre de 1995, en Tel Aviv.
Smotrich argumentó que toda la retórica de derecha contra Rabin era justificada y jugó un papel mínimo en la incitación que alentó al magnicidio.
Por el contrario, Smotrich argumentó que el Shabak, cuya tarea es proteger a los altos funcionarios del Estado, fue responsable de la tragedia.
“Los que no protegieron al primer ministro Yitzhak Rabin no fueron derechistas y sionistas religiosos que condenaron con razón las políticas de su gobierno, fueron los servicios de seguridad los que no solo no supieron protegerlo, sino que también emplearon manipulaciones irresponsables, que no han sido completamente reveladas hasta la fecha, para alentar al asesino a llevar a cabo su plan», expuso Smotrich en la sesión especial de la Knéset (Parlamento) dedicada a la memoria de Rabin.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, respondió por su parte que “algunos líderes” en aquel momento estuvieron involucrados en la difusión del “clima de incitación”, aparentemente en referencia a Netanyahu, que en aquel entonces encabezaba la oposición y apoyaba la ira de la derecha contra Rabin por sus esfuerzos de paz con los palestinos a cambio de concesiones territoriales.
“El Shabak trató de proteger a Rabin, aprendió sus lecciones y ha desempeñado su papel como guardián de los funcionarios públicos de manera dedicada y profesional”, apuntó Gantz. «Las acusaciones contra el Shabak son teorías de conspiración que deberían borrarse del discurso público y no ser puestas sobre el tapete por líderes y futuros ministros».
Fuente Aurora