
Nissan y Renault, dos de las principales automotrices subsidiarias en el país, anunciaron la suspensión de la producción de camionetas de caja abierta o “pickups”, debido a una alarmante falta de insumos básicos. Se ve afectada la producción de los modelos Frontier y Alaskan por tiempo indeterminado, aunque el resto de los modelos continúan su producción normal.
Otras empresas como Fiat y CNH Industrial también debieron suspender temporalmente la producción de automóviles y tractores días atrás, ya que no pudieron resolver la contingencia por la falta de insumos.
Además de los dramáticos conflictos sindicales que deprimieron la producción de neumáticos en las principales fábricas del país, esta vez el problema se asocia a la autarquía comercial que impulsa el Gobierno de Alberto Fernández.
Desde diciembre de 2019 el kirchnerismo estableció licencias no automáticas (LNA) de importación para la mayor parte de los productos que arriban al país, en un intento por contener la sangría de reservas del Banco Central a raíz de los controles cambiarios.
Las LNA son capaces de demorar el ingreso de una importación por un período de hasta 180 días, solamente para obtener el permiso de las autoridades de aduana. Pero asimismo, el propio Banco Central también se reserva el derecho de detener importaciones y generar demoras similares a la de las licencias a la hora de otorgar el permiso para comprar dólares en el mercado oficial.
El lanzamiento del nuevo sistema de importaciones de la República Argentina (SIRA) solamente contribuyó a afianzar los controles cuantitativos a las mismas, e imponer nuevas regulaciones en caso de detectarse casos de subfacturación aprovechando las distorsiones que genera el cepo.
La falta de insumos necesarios para la producción responde al cierre de la economía argentina frente al comercio internacional, y a la escasez de divisas para financiar importaciones como resultado directo del cepo cambiario.
El ministro Sergio Massa habilitó una devaluación encubierta, y anunció que los productores que utilicen dólares propios para la financiación de importaciones (dólares adquiridos en mercados legales) quedarán exentos de la aplicación de licencias y tendrán permiso inmediato para importar.
Pero las medidas fueron abiertamente insuficientes, ya que la mayor parte de las empresas no cuentan con suficientes reservas en divisas como para poder enfrentar el pago corriente de importaciones cada mes.
Fuente Derecha a Diario