Por Matías Moreno
El jefe porteño estima un gasto total de 2,15 billones de pesos en el año electoral; no bajará impuestos y reforzará las partidas a educación y salud; “déficit cero” y fuerte incremento en publicidad
En el inicio de un curso político decisivo, que estará signado por la disputa entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio por el poder nacional, Horacio Rodríguez Larreta confeccionó un presupuesto 2023 a medida del relato que pretende imprimirle a su proyecto presidencial con miras a las próximas elecciones.
Mientras busca desactivar el conflicto salarial con los médicos de la Capital -estarían cerca de un acuerdo-, Larreta consiguió ayer el aval de la Legislatura porteña al proyecto que contiene recortes en áreas sensibles de la administración porteña y prevé gastos por 2,15 billones de pesos para el próximo año. Esa cifra representa incremento del 87% respecto del presupuesto ejecutado este año -con sus tres ampliaciones-. Es que Larreta prevé recaudar más fondos en 2023 -sobre todo, por ingresos brutos- debido a las proyecciones inflacionarias.
A diferencia del ministro de Economía, Sergio Massa, que apostó por recortes en educación, salud y planes sociales, Larreta buscó enviar señales en su presupuesto para construir su figura política de cara a la competencia presidencial del 2023. Por un lado, a diferencia de la imagen de “hacedor” que le imprimió al primer tramo de su mandato, en el que apostó por grandes obras con el respaldo de Macri, el jefe porteño se dedicará el próximo año a destinar fondos para mejorar la infraestructura de escuelas y hospitales públicos -necesita blindarse de cualquier siniestro que complique sus posibilidades electorales- y comprar equipamiento para la Policía de la Ciudad. No abrirá el grifo de recursos para invertir en grandes obras en 2023, como ocurrió en su primer mandato con el viaducto del ferrocarril Mitre o el Paseo del Bajo.
Como ocurrió en años anteriores, Martín Mura, ministro de Hacienda de Larreta, utilizó como parámetro las pautas “macroeconómicas” y el “cuadro fiscal” que trazó el gobierno nacional en su presupuesto. Por lo tanto, la Ciudad estimó un crecimiento del producto bruto geográfico del 2%, una inflación en el orden del 60% y un tipo de cambio de $ 269,9 por dólar para fines de 2023.
Una radiografía de los gastos que estima la Ciudad -repiten que es un presupuesto con “medidas de contingencia”- exhibe subas cuantitativas en la asignación de recursos en varios rubros, si se toma en cuenta la estimación inflacionaria del 60%. Está claro que, para cubrirse de los saltos de inflación, Por caso, Larreta estima un aumento del 195% en los fondos destinados a la urbanización del Barrio 31; un 171% a infraestructura escolar; un 126% al Consejo de las Niñas y Niños; un 93% al gasto corriente -como sueldos-; y un 94% en los recursos destinados a publicidad.
Según las estimaciones del Frente de Todos, si se compara el gasto sancionado en 2022, el presupuesto del próximo año crece 123% en erogaciones y 129% en ingresos. “Hay que tener en cuenta que la inflación estimada de 2022 fue de 33 % (y la real puede llegar a 95 %) y para 2023 se proyecta en 60 %. En este sentido el aumento del presupuesto estaría en sintonía con el incremento inflacionario”, admiten en la bancada opositora.
En la cúpula del gobierno porteño se jactan de que, pese a que aún no se resolvió el conflicto judicial con el Ejecutivo nacional por el recorte de los fondos de coparticipación -ya perdió cerca de 250 mil millones de pesos y estiman que en 2023 dejará de percibir 279 mil millones-, lograron un presupuesto con equilibrio financiero, es decir, “déficit cero” no prevé una suba de impuestos o la creación de nuevos tributos. Además, destacan fuentes porteñas, Larreta -en el curso clave para sus ambiciones presidenciales- se despedirá de la Ciudad con una leve recuperación en la inversión en obra pública y con una “fuerte baja en lo que respecta al pago de los intereses de la deuda”. ¿Una nueva bandera para diferenciarse de Mauricio Macri? En el larretismo argumentan que, gracias al cambio de monedas y política de financiamiento que se puso en marcha en 2016, el jefe porteño heredará a su sucesor un stock de deuda menor al que recibió de Macri en el 2015 en U$S 272 millones. Estiman que dejará en total unos U$S 2062 millones.
Según se desprende del proyecto aprobado ayer por la Legislatura, el gobierno porteño prevé gastar unos 2,15 billones de pesos y contar con un total de recursos por 2,16 billones de pesos. La porción mayoritaria de lo que recauda la Ciudad proviene del impuesto sobre los ingresos brutos (1.350.033 millones, con una participación del 69%).
El oficialismo de Juntos por el Cambio, que cuenta con una bancada de 32 integrantes -una mayoría simple-, logró aprobar la iniciativa sin mayores sobresaltos. No solo pudo cerrar filas para evitar deserciones -el bullrichismo y emisarios de Ricardo López Murphy habían pedido cambios en el texto, como reducir la carga impositiva y eliminar regulaciones-, sino que contó con el apoyo de Eugenio Casielles (Consenso Federal). En cambio, el resto de la oposición, el Frente de Todos, la izquierda y los libertarios, votaron en contra. Denunciaron que, pese a que prevé aumentar la recaudación respecto del corriente año, el gobierno de Larreta no reducirá impuestos o hará una mayor inversión en el sistema de salud, sobre todo, para mejorar los salarios del personal que atiende en los hospitales públicos. “Hoy podíamos definir que los residentes empezaran a tener la recomposición salarial que necesitan, pero las prioridades de Larreta están en otro lado”, enfatizó Claudia Neira (Frente de Todos).
Obra pública
Lanzado en la contienda presidencial, Larreta se propone ejecutar en 2023 un plan de obra pública por $329.688 millones de pesos, que representa el 15% del total de la torta presupuestaria. En rigor, se trata de un incremento de 150.509 millones de pesos respecto de 2022, otro presupuesto de “contingencia” que estuvo marcado por la salida de la pandemia y la poda de fondos de coparticipación. Desde la oposición remarcan que si bien aumenta en un 14% en comparación con el corriente año el gasto en capital, el porcentaje “sigue siendo bajo respecto de los últimos diez años de gobierno de Pro”, que tiene un promedio histórico de entre el 17 y 20% del gasto total. En la Ciudad argumentan que la reducción fue por el impacto en las arcas porteñas del coronavirus y la quita de fondos que implementó Alberto Fernández para beneficiar a Axel Kicillof y que recién ahora logran recuperar el nivel previo a 2020. Además, recuerdan que el promedio anterior a Macri era del 7%.
Larreta no prevé invertir en grandes obras en su despedida de la Ciudad y en el año en que planea competir por la presidencia. De hecho, la mayor inversión de 2023 será en equipamiento para la policía: 24.700 millones de pesos. También pondrá recursos en obras en hospitales públicos -24.074 millones- y en el sistema pluvial -17.100 millones-. Desde el Frente de Todos remarcan que, pese a que la Ciudad tendrá un presupuesto de 2 billones de pesos, no hará una “inversión fuerte” para construir nuevos kilómetros de subterráneos. Y denuncian que Larreta solo hará “maquillaje”. “No se garantiza ningún tipo de mejora del sistema de transporte público que debería constituir una inversión fuerte en el sistema de subtes que no existe”, afirmó Neira. La Ciudad replican esas críticas con el argumento de que destinará en 2023 unos 8.600 millones de pesos a la “construcción, ampliación y modernización de la red de subterráneos”.
Educación, área social y salud
Del gasto total del presupuesto (2,15 billones de pesos), Larreta destinará un 20% a la educación; un 16%, a la Salud, un 10%, a la promoción y acción social; y un 15,43%, a la seguridad, una de las principales demandas de la ciudadanía. Desde el gobierno porteño afirman que las áreas sociales -educación, salud y desarrollo social- “comprenden la mayor inversión” para el próximo año. Se trata de un 63% del total de la torta presupuestaria. Prevén contar con un crédito en ese rubro de 1.357.037 millones de pesos.
En medio del conflicto con los médicos por los bajos sueldos, Larreta destinará a la función Salud unos $355.145 millones. Desde el Frente de Todos advirtieron que es “inexplicable” en plena pulseada salarial con los residentes que el gasto en personal de la salud “es más bajo que hace 15 años atrás”. “Trabajan por $120.000 con un salario de base de $4000″, aseguró Neira.
Desde el larretismo niegan recortes en Seguridad, como sostuvo la oposición. Afirman que esa área “mantiene su proporción en el presupuesto y representa el 15,4% del total proyectado para el próximo ejercicio, con un crédito previsto de $ 332.589 millones”.
Durante la votación en particular del presupuesto se produjo una curiosidad. Juan Pablo Arenaza, Carolina Estebarena y Marilú González Estevarena, representantes de Patricia Bullrich, votaron en contra del gasto en concepto de transferencias corrientes correspondiente al Ministerio de Espacio Público e Higiene, contemplado en la planilla anexa N°2, por $9.176.426.074. Argumentaron esos fondos despintados al programa “Operación del Reciclado de Residuos Urbanos” incrementan un 141% respecto del año pasado. Arenaza aseguró que “estas transferencias se hacen en concepto de pago a las diferentes cooperativas y asociaciones civiles de recolectores urbanos por el trabajo que hacen en ciudad”. Entre esas cooperativas “la más importante”, afirmó Arenaza, es “El Amanecer de los Cartoneros”, que tiene representantes de la CTEP que responden a Juan Grabois.
Impuestos
Atado a la promesa de JxC de bajar la presión impositiva, Larreta no prevé subas de impuestos “ni alícuotas ni crear nuevos tributos”, según indican desde la Ciudad. Tampoco planea hacer reducciones del impuesto sobre los ingresos brutos, sellos o ABL -se seguirá ajustando por inflación y no se aceptó un tope menor propuesto por la oposición-. A su vez, mantiene el impuesto de sellos sobre los resúmenes de las tarjetas de créditos, que Larreta dispuso en 2020 por la quita de más de un punto de coparticipación a la Ciudad. La Ciudad se comprometió a eliminar ese tributo, que comenzó a regir a partir del 1° de enero de 2021, en caso de la Corte Suprema de Justicia falle a favor de la gestión porteña en la causa por el recorte de fondos. El impuesto a los sellos representa el 7,9% del total de gastos.
Tampoco hay reducción por el impuesto al sello por transferencia de inmuebles (3,6%), según advierten desde el Frente de Todos. Desde la Ciudad aseguran que se mantendrá la baja “implementada de Ingresos Brutos a sectores productivos”, la exención impositiva para empresas que se instalen en distintos distritos económicos de la Capital y la exención del 100% de ingresos brutos a pymes industriales.
En la oposición alertaron sobre una mayor presión en ingresos brutos y sellos. A su vez, se “actualiza” una unidad tarifaria para derechos en oficios judiciales, registro civil o cementerios.
Entre los ingresos no tributarios, la recaudación que estima la Ciudad por acarreo y estacionamiento aumenta un 5388% -unos 2000 millones de pesos- respecto de 2022 por el nuevo sistema de estacionamiento medido.
“La Ciudad tendrá un presupuesto de 2 billones de pesos en 2023 que seguramente será utilizado con fines electorales. Recaudados a partir de los Ingresos Brutos, las grúas y del impuesto a tu tarjeta de crédito. Todo esto sin que ningún ministro venga a dar explicaciones”, afirmó Juan Manuel Valdés, del Frente de Todos. Los libertarios, en tanto, alertaron sobre la cantidad de empleados del sector público y la adhesión a la inflación del 60% prevista por el gobierno nacional, además de que no se reduce la presión tributaria.
Publicidad
Un punto de conflicto en cada presupuesto de Larreta es los recursos destinados a la publicidad. En ese rubro el jefe porteño estima gastar unos 8.685 millones de pesos, lo que representa un fuerte incremento respecto del corriente año (4473 millones de pesos), es decir, 94%. El gasto en ese rubro representa el 0.41% del total de la torta presupuestaria.
“Mejorar el salario de los residentes médicos cuesta $365.500.000. Esto representa sólo el 0,016% del presupuesto porteño 2023 o el 3,88% del gasto en Publicidad y Propaganda de la Ciudad”, remarcó Valdés.
Fuente La Nación