La Comisión Europea ha advertido de que el nuevo impuesto sobre la banca puede impactar “a los beneficios de los bancos” y que, por lo tanto, “el potencial para la generación orgánica de capital en el futuro cercano también podría ser más limitado”. Lo ha hecho como parte de su informe de supervisión semestral tras el rescate bancario de 2012 y que ha publicado el mismo día que ha dado la luz verde a los presupuestos generales del Estado.
“El impuesto bancario temporal, actualmente en discusión en el Parlamento, es probable que afecte negativamente a la rentabilidad de las entidades en los próximos años y reduzca su capacidad de generar capital orgánicamente”, señala el texto, sumando así a la Comisión Europea a la crítica realizada por el Banco Central Europeo (BCE) contra la nueva medida del Gobierno.
Pero el tono del Ejecutivo comunitario es, en todo caso, menos duro que el del eurobanco. “Es clave que el diseño final del gravamen sea proporcionado y evite consecuencias injustificadas sobre la estabilidad financiera y el sector financiero”, señala la Comisión Europea, que repasa en su dictamen las principales características del nuevo gravamen. El informe lo han desarrollado los técnicos comunitarios, los conocidos en su momento como “hombres de negro”, que visitaron España el pasado mes de septiembre.
Como recuerda el Ejecutivo comunitario, el plan diseñado por el Gobierno, que ha seguido adelante con su tramitación después del varapalo del BCE, establece un impuesto al 4,8% de los ingresos netos por intereses y comisiones de los bancos con más de 800 millones de euros de ingresos netos por estos valores en 2019. “El impuesto se pagaría en 2023 y 2024, según los datos de 2022 y 2023. No sería deducible del impuesto de sociedades y se prohibiría a los bancos repercutir el coste a los clientes”, señala el texto.
“Un análisis exhaustivo”
El informe del eurobanco recomendaba al Gobierno “que la propuesta legislativa vaya acompañada de un análisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas para el sector bancario, detallando, en particular, el impacto específico del gravamen temporal sobre la rentabilidad de las entidades de crédito y financieras afectadas”. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, recordó que el informe “no es vinculante”, pero que buscaba “ayudar al Gobierno” en el diseño del gravamen.
En el informe publicado este martes por la Comisión Europea también se señala que el sector bancario ha sabido resistir el último curso, con una morosidad que ha caído a los niveles más bajos desde 2009, situándose en el 3,88%, pero también advierte sobre los riesgos que puede provocar tanto el aumento de los precios de la energía como las subidas de los tipos de interés, dos elementos que deben ser vigilados “de cerca”.
La Comisión Europea ha advertido de que el nuevo impuesto sobre la banca puede impactar “a los beneficios de los bancos” y que, por lo tanto, “el potencial para la generación orgánica de capital en el futuro cercano también podría ser más limitado”. Lo ha hecho como parte de su informe de supervisión semestral tras el rescate bancario de 2012 y que ha publicado el mismo día que ha dado la luz verde a los presupuestos generales del Estado.
Fuente El Confidencial