Por Carlos Ruckauf
Kim Jong-un, que llegó al poder a los 27 años e hizo asesinar a todos sus rivales, hace días lanzó al mar un misil balístico que tiene un rango de alcance de 14.000 kilómetros
Mientras gran parte de la prensa enfoca las cámaras en el Mundial de Fútbol, el sangriento autócrata de Corea del Norte, hijo y nieto de peligrosos dictadores, que reinan desde 1948, lanzó un misil balístico intercontinental hacia el mar y lo hizo estallar a 1000 kilómetros.
Se trata del Hwasong 17, que tiene un rango de alcance de 14.000 kilómetros, es decir que puede golpear a USA y Europa.
El Ministerio de Defensa de Japón confirmó la información respecto de la importancia y peligrosidad del artefacto.
La vicepresidenta de los EEUU reaccionó de inmediato y desde la sede de la APEC, condenó la actitud y reafirmó el total apoyo de su país a Corea del Sur y Japón.
Kim Jong un, es el líder supremo de la República Popular Democrática de Corea, desde fines de 2011, cuando murió su padre.
Con solo 27 años, todos los analistas imaginaban que podría ser depuesto, o al menos controlado, por los líderes del Partido Comunista y el Ejército.
En cambio, en poco tiempo hizo asesinar a todos sus rivales. Su tío, Jang Song thaek, fue oficialmente condenado y ejecutado por “discutir el liderazgo unitario del Partido”.
Su hermanastro, Kim Jong-nam, vivía en el exilio aterrorizado y fue envenenado en Malasia por una mujer que no confesó quién fue el autor intelectual, pero no es difícil imaginarlo.
En la reciente (e histórica) reunión presencial entre Joe Biden y Xi Jinping, la situación de Corea fue parte de los temas tratados. El titular de la Casa Blanca le transmitió al líder chino que si Beijing no controla el programa de armas de Kim, el Pentágono aumentará su posición aeronaval en Asia Pacífico, sin que ello deba entenderse como una amenaza a la seguridad de China.
Conviene recordar que la casi totalidad de los 26 millones de habitantes de Corea del Norte, viven en la miseria más absoluta, mientras el régimen gasta miles de millones de dólares en una absurda carrera militar.
No existe la posibilidad del uso de internet, ni de acceder a cualquier tipo de noticia por radio o televisión de otro lugar del mundo.
Nadie puede opinar distinto y hasta se encarcela por la mera sospecha de ”traicionar al Líder Supremo” o ser desleal “al Partido Comunista”.
Antes, el mundo esperaba que China lo controlara, pero ahora ya no puede.
Fuente Infobae