El Gobierno determinó que el Banco Central de Ghana no utilizará reservas en divisas para afrontar el pago de importaciones petroleras, y se articulará un sistema de trueque entre el petróleo y las reservas de oro.
El gobierno del presidente Nana Akufo-Addo de Ghana, anunció oficialmente un cambio en el régimen del comercio exterior del país por medio del cual se dejará de usar al dólar como medio de cambio para financiar las importaciones de petróleo. En su lugar, entrará en vigencia un nuevo sistema que permitirá un trueque entre petróleo y reservas de oro.
La medida tiene dos caras, por un lado, intenta sanar las cuentas públicas frenando el éxodo de divisas en la importación de uno de las materias primas más importantes de la economía ghanesa, sustituyendolo por oro, que abunda en el país africano. Pero por otro, es una protesta contra las sanciones de Estados Unidos a Rusia, y así Ghana se suma a Arabia Saudita, Rusia y China, como los países que abandonan el petrodólar parcial o totalmente.
Se debe tener en consideración que así como ocurre en la Argentina, en Ghana impera un sistema de control de cambios debido a la fuerte crisis económica que atraviesan. Esto significa que todas las transacciones de la balanza de pagos (entre ellas las importaciones y las exportaciones) deben atravesar un tipo de cambio oficial establecido por el banco central, y para defender esa paridad cambiaria se consumen paulatinamente las reservas internacionales.
Dado el peligroso nivel en el cual disminuían las reservas internacionales en dólares para afrontar el pago de importaciones a través del cambio oficial del cepo, el gobierno de Ghana adoptó una decisión muy poco convencional para tratar de salvaguardar las divisas retenidas por la autoridad monetaria y así poder contener la depreciación de la moneda local.
Concretamente las reservas de divisas habían disminuído de los US$ 9.700 millones en el año 2021 a US$ 6.600 millones hasta fines de septiembre de 2022, según las estadísticas oficiales de la autoridad monetaria del país. El problema que enfrenta Ghana es el mismo que atañe a la Argentina con el Banco Central de Miguel Pesce.
Este nivel de reservas era tan crítico, que sin adoptar medidas restrictivas sobre el volumen importador solamente se alcanzaría a financiar hasta 3 meses de bienes y servicios ingresados desde el exterior.
“Cambiará fundamentalmente nuestra balanza de pagos y reducirá significativamente la persistente depreciación de nuestra moneda”, expresó el vicepresidente Mahamudu Bawumia.
Lo cierto es que la medida sólo constituye un parche temporal que se propone retrasar el desenlace natural para cualquier régimen de control de cambios: el agotamiento definitivo de las reservas (divisas o metales) y el colapso de la paridad oficial tras una fuerte devaluación.
La estrategia de Ghana guarda ciertas diferencias con el programa que se lleva a cabo en nuestro país, ya que se optó por un cambio en la manera de financiar las importaciones en lugar de restringirlas sistemáticamente con mayores regulaciones y trabas no arancelarias.
Fuente Derecha a Diario