La crisis energética mundial está replanteando las estrategias de muchos países. Uno de los últimos ha sido Japón, que ha recobrado su apuesta por las nucleares y está estudiando la posibilidad de prolongar la vida de las centrales al mantener algunos reactores en funcionamiento más allá del límite actual de 60 años y tras más de diez años del accidente y catástrofe de Fukushima.
Las autoridades niponas están valorando excluir los periodos actuales que limitan el fin de la vida útil de los reactores, en el marco de la crisis energética mundial, según un plan presentado por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria a un subcomité de expertos.
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Actualmente, la Ley de Regulación de Reactores Nucleares estipula que una central nuclear funcionará durante un principio de 40 años y 60 años como máximo, informa el periódico ‘Yomiuri’.
La propuesta busca dar una respuesta a la escasez de suministro energético a través de la energía atómica como fuente principal, en un momento en el que la opinión pública y el Gobierno japonés vuelven a mostrarse a favor de la energía nuclear, a pesar del desastre de Fukushima en 2011.
Ante la crisis de energía, el Ejecutivo ha pedido en diversas ocasiones a los ciudadanos que tomen medidas para limitar su consumo de electricidad, mediante la reducción de la calefacción. Este país, que depende de las importaciones, ha tenido que hacer frente este año al encarecimiento de los precios de los combustibles por la guerra de Rusia e Ucrania y por la debilidad del yen, informa Bloomberg.
La crisis energética mundial está replanteando las estrategias de muchos países. Uno de los últimos ha sido Japón, que ha recobrado su apuesta por las nucleares y está estudiando la posibilidad de prolongar la vida de las centrales al mantener algunos reactores en funcionamiento más allá del límite actual de 60 años y tras más de diez años del accidente y catástrofe de Fukushima.
Fuente El Confidencial